Fue dos veces concejal de Riohacha y diputado de La Guajira. Gestor de múltiples proyectos a favor de los afros, víctimas del conflicto armado, campesinos y wayúus.
El odontólogo, exconcejal de Riohacha y exdiputado de La Guajira, Eriberto Antonio Ibarra Campo, es uno de los profesionales guajiros con una hoja de vida limpia y con la formación y sensibilidad social suficientes para regir los destinos de esta sección del país.
Estuvo en el Concejo de Riohacha en dos oportunidades: la primera de 2008 a 2011 y la segunda de 2012 a 2015. En su primer paso fue elegido presidente de esa corporación y en el segundo fue elegido vicepresidente. En el 2019 se convirtió en diputado de La Guajira con 10 mil votos. En esta corporación fue elegido segundo vicepresidente.
Se ha destacado también como gestor y mejorador de viviendas en zona rural, gestor de recuperación de vías terciarias, de pozos profundos con paneles solares y de proyectos productivos, como siembras de yuca, melón, maíz y patilla, entre otros.
Nació en la población de Barbacoas (distrito de Riohacha), el 25 de febrero de 1975. Es hijo de Orlando Ibarra Amaya, natural de El Abra y Juana Campo Muñiz, de Barbacoa. Tiene cinco hijos: Jorge Eliecer, Andrea Carolina, Juana Valentina, Eriberto Antonio y Orlando Eliecer. Está casado con la trabajadora social Estefany Moscote Morales.
Estudió la primaria en la Escuela Rural Mixto de Barbacoa, es bachiller del Colegio Juan Manuel Rudas y odontólogo de la Universidad de San Martín, ambos de la ciudad de Bogotá. Cuenta con una especialización en Gerencia y Servicios en Salud de la Universidad de La Guajira.
También es Magister en Administración de Empresas de la Universidad de La Guajira, Magister en políticas públicas y magister en Seguridad Pública, ambas de la IEXE de México; y candidato a magister en Gestión Pública y Alta Dirección en la universidad Rey Juan Carlos de España.
El concejal
Durante su trayectoria como concejal fue partícipe de importantes gestiones, especialmente en la zona rural, como la realizada cuando decenas de familias fueron afectadas en la zona rural a raíz de la ola invernal de 2008, fueron beneficiadas con mejoramiento de vivienda con recursos de un convenio entre el Departamento y el municipio.
Lo mismo que su participación en el programa de mejoramiento de los acueductos de varios corregimientos, y la presentación ante el Ministerio de Agricultura de varios proyectos de vivienda de interés social para el sector rural que benefició 519 familias víctimas del conflicto armado.
Así mismo, participó en las gestiones para el mejoramiento de las vías terciarias Barbacoas – La Curumita, Tomarrazón – Los Palmaritos, y en otra más que comunica a la ranchería El Brasil, kilómetro 16, todas las obras con recursos municipales.
Como concejal, Ibarra Campo presentó también a la consideración del Concejo una serie de iniciativas de mucho impacto, tales como la institucionalización del Día del Campesino, el concerniente a la Espada de Padilla, máximo galardón que entrega el Concejo Distrital de Riohacha.
También fue el promotor de varias iniciativas para hacer el control político a empresas públicas y privadas, a secretarios del Despacho y otros funcionarios públicos, así también como de apoyo a la gestión municipal, iniciativas que casi siempre fueron bien acogidas por los alcaldes de turno, motivo por el cual las relaciones con el ejecutivo fueron siempre cordiales y de mucho respeto.
‘Beto’ como es llamado este líder natural, reconoce que gracias al apoyo que brindaron la gobernación y los alcaldes de ese momento, se consiguieron los recursos de algunas fundaciones para llevar a cabo muchos proyectos productivos para beneficio de las comunidades campesinas, afros y wayuu.
El diputado
Luego de su paso exitoso por el Concejo de Riohacha, Eriberto Ibarra fue candidato a la Asamblea Departamental, a la Cámara de Representantes y precandidato a la gobernación de La Guajira; ejercicios que lo llevaron a fortalecer más su trabajo como líder político. En el 2019 volvió a aspirar a la Asamblea, saliendo triunfador con 10 mil votos.
En esa corporación, Beto Ibarra fue ponente del PDEA (Plan Departamental de Extensión Agropecuaria); también impulsó la estampilla prodeporte, con un buen porcentaje para la recuperación de recursos que son invertidos en jóvenes deportistas del departamento.
Asimismo, se destaca la presentación de dos proyectos de iniciativa propia: uno para mejorar las vías terciarias de comunidades indígenas y el otro para beneficiar a ocho corregimientos del distrito de Riohacha con acceso a energía. Ambos proyectos no fueron tenidos en cuenta por el gobernador de turno para ejecutarse.
Ibarra Campo se caracteriza por su amplia experiencia política pero además por su excelente oratoria, cualidades que lo llevaron a participar en debates de control político a los sectores intervenidos de salud, educación y agua, donde dilapidaron más de $500 mil millones de pesos.
El ser humano
Por encima del político y el profesional consagrado, predomina el hombre sencillo, común y corriente. Eriberto Ibarra Campo practica la pesca, la ganadería y ha sido un deportista de alto rendimiento en las disciplinas de atletismo y de boxeo, desempeño desarrollado particularmente en el departamento de Cundinamarca durante su permanencia como estudiante en Bogotá, donde logró coronarse campeón distrital de mayores (siendo aún joven) y subcampeón nacional de boxeo.
Se siente muy identificado con la comunidad afro, a la cual se ufana de pertenecer, y a la que ayudó a conformar algunos consejos comunitarios. Tiene a Carlos Gaviria Díaz, dirigente político ya fallecido, como su personaje favorito, a quien admira y tiene como un referente personal.
Se complace en afirmar que, en parte, gracias a su gestión, los hombres del campo pueden participar en proyectos productivos de yuca, patilla, maíz, entre otros; los afros cuentan con consejos comunitarios y a los wayuu se les brindó una oportunidad de desarrollo con energía alternativa de energía solar, pozos profundos y apriscos para ovinos caprinos de calidad.
Beto está convencido que hacer felices a las familias que carecen de una vivienda digna es una de las metas que se trazó en la vida, y que aunque ya la ha cumplido, quiere seguir haciéndolo. Otro de sus grandes sueños, el cual todavía anida en él, es ser estudiante de medicina. Y uno más, quizá el más importante: ser alcalde del distrito de Riohacha.
