
En el municipio de San Juan del Cesar, últimamente, los hechos dicen más que las palabras. Por un lado, está un alcalde joven elegido popularmente, con unas mayorías abrumadoras, un carisma y un sentido patriótico sin precedentes. Por el otro lado, están los que dicen llamarse los impolutos del progreso, los adalides de la moral, los que todo lo critican con su perorata para exacerbar el odio, el insulto, la injuria y la calumnia, para polarizar al pueblo y desprestigiar a los contrarios.
En San Juan viene ocurriendo lo que nunca pensamos que pasaría, los contrarios se igualan con el alcalde, y de tú a tú, quieren destruir con la lengua, la obra del alcalde y su gestión de gobierno. Personas adoctrinadas, sin formación de lo público y sin conocimiento de causa y perteneciendo a las filas de los que derrotó el pueblo se alzan contra la administración local con todo tipo de improperios. Falta mucha mística y altura para emprender una oposición constructiva y patriótica en un pueblo educado y culto donde reina la masa crítica y la opinión respetable y donde todos nos conocemos de generación en generación. Bien lo dijo el maestro Roberto Calderón: “Echarle cuento al cuentero, es vení a echarme cuento a mí”.
El ciudadano sanjuanero no traga entero, y cada uno habla como escribe y escribe como habla, por eso, esconderse en pasquines para injuriar al otro, es como vestirse de payaso hasta que escuchen su voz. Bien lo decían nuestros abuelos, los pasquines, las paredes y la muralla son los papeles del canalla. Muchas personas sin la trayectoria, sin el reconocimiento y en el anonimato, ahora posan con ínfulas de columnistas y comentaristas, dejando una huella de sus errores y pagando su novatada, de la cual se reirán después.
Porque es propio del hombre noble y honesto, reconocer los logros y los talentos de los demás. Destruir, es más fácil que construir y edificar. Por eso, queremos exhortar a aquellos que no hacen sino criticar y criticar la obra de gobierno del alcalde de San Juan sin ninguna propuesta objetiva y clara a que procuren convertirse en una alternativa política creíble para el futuro del municipio y que dejen de torpedear. San Juan más que rencillas estériles y confrontaciones innecesarias lo que necesita es aterrizar en la autopista del progreso.

El control social participativo, las auditorias y veedurías ciudadanas, las audiencias de rendición pública de cuentas, los presupuestos participativos y los gobiernos al territorio, son estrategias que deben fortalecerse institucionalmente. Pero, indudablemente, que San Juan del Cesar, es un municipio que está bien posicionado en el índice de desempeño fiscal e institucional, lo mismo que, en el índice de gestión de proyectos del sistema general de regalías. Los vaticinios de una inversión en el sector de agua potable y saneamiento básico, por el orden de cuarenta y ocho mil quinientos millones de pesos, por gestión del alcalde, a través de EPSEGUA y el gobierno departamental, para proveer a San Juan de un acueducto de respaldo para la cabecera municipal desde la represa Ranchería, lo mismo que, un acueducto regional, para los corregimientos de La Junta, La Peña y curazao, además de otro módulo de la PTAR del sistema de alcantarillado sanitario en el casco urbano, hablan por sí solo del alcalde que tiene San Juan, el cual quiere escribir con agua la historia del progreso de su pueblo.
Pero, allí no termina todo, traer del Ocad-Regional con recursos del FONPET una gestión de veintiséis mil millones de pesos para el desarrollo económico y rural con 638 huertas caseras o patios productivos, es una hazaña del alcalde para reactivar la economía en su municipio. Y como si fuera poco, gestionó el alcalde en la gobernación del departamento con asignaciones directas de regalías, catorce mil trescientos millones de pesos, para la adecuación, mejoramiento y construcción del Estadio Enrique Brito, un elefante blanco y obra inconclusa por años. Desde luego que, también viene participando el municipio en las convocatorias de carácter nacional, así fue como se obtuvo la construcción de un PAS-Punto de Abastecimiento Solidario o Mercado Popular, el cual está en ejecución.
Así mismo, se construyen tres Centros de Atención Primaria en Salud-CAPS, y se aprobó la construcción de trece más por el PNUD. De modo que, en San Juan, los hechos dicen más que las palabras de la oposición. El mejor discurso del alcalde son sus obras y gestiones.