En reunión con el director de Corpoguajira, Samuel Lanao Robles, el Distrito e Interaseo se comprometieron a realizar las gestiones necesarias para lograr subsanar este punto.
A pesar de que el Distrito de Riohacha y la empresa Interaseo han avanzado en el proceso de subsanar las fallas que se presentan en la celda transitoria donde se depositan los residuos sólidos de la ciudad, para que esta pueda ser reabierta, aún está faltando la modificación del Plan de Manejo Ambiental que fue solicitada por la Corporación Autónoma Regional de La Guajira.
Así lo explicó Samuel Lanao Robles, director general de Corpoguajira, quien precisó que Interaseo y el Distrito se comprometieron a trabajar sobre este punto con el fin de evaluar la posibilidad de reabrir la celda transitoria.
“Mientras tanto el sitio seguirá cerrado porque se debe cumplir con el 100% de lo solicitado en la Resolución 1513 de agosto de 2022, a través de la cual se ordenó el cierre”, añadió Lanao Robles.
Entre tanto, Jorge Palomino Rodríguez, subdirector de Autoridad Ambiental, indicó que “se debe indagar ante al ministerio del Interior para establecer si se debe o no hacer consulta previa con las comunidades aledañas al sitio de disposición de basuras. Desde la Corporación estamos dispuestos a implementar un plan de choque para resolver este tema”.
Por su parte, el alcalde de Riohacha, José Ramiro Bermúdez, aseguró que tanto la administración como el operador Interaseo están comprometidos para darle solución a esta problemática.
En la reunión que se había concertado entre las partes involucradas en este caso, Interaseo presentó un informe sobre los avances que se han logrado para subsanar los problemas que se presentan en la celda transitoria, como por ejemplo la limpieza de las áreas periféricas, incluidos puntos críticos en vías de acceso del relleno, las acciones para controlar y evitar el drenaje de aguas perimetrales y/o escorrentías que podrían estar contaminadas con lixiviados hacia los predios de la comunidad, control y manejo adecuado de los lixiviados incrementados por periodo de lluvias y el seguimiento a la afectación de la comunidad indígena Los Cabritos, entre otros puntos.
Es preciso recordar que la decisión de cerrar el botadero se cumplió porque estaba llevando a cabo una actividad que estaba atentando contra el medio ambiente, los recursos naturales y la salud humana, debido a que las celdas actuales ya no cuentan con vida útil. Asimismo, porque el Distrito no posee autorización o viabilidad ambiental para construir nuevos vasos o celdas transitorias.