
La emoción de aquel momento era impresionante y casi podía palparse en el ambiente riohachero, días antes del concierto. Y no era menor lo que estaba a punto de suceder, pues la alcaldesa Carmen Garzón Freyle, le regalaría al pueblo, una presentación del cantante samario Carlos Vives y su agrupación La Provincia, lo cual suponía para los habitantes de la capital guajira todo un acontecimiento y, como era de esperarse, nadie quería perdérselo. Recuerdo la larga fila que salía de la Alcaldía y que bordeaba la Plaza Almirante José Prudencio Padilla para acceder a las boletas, la cual muchos hicimos juiciosos queriendo asegurar de esta manera, el acceso seguro al estadio Federico Serrano Soto, escenario deportivo elegido para aquel acontecimiento.

Y si, fue un memorable momento el vivido aquella noche. Desde la tarde se podía entrar al estadio, aunque muchos tuvieron la oportunidad de verlo, saludarlo y tomarse fotografías con él, en el Hotel Gimaura donde se había hospedado, o en otros espacios de la ciudad, pues a Carlos se le brindó una verdadera experiencia de riohacheridad, ya que no es un mito lo de nuestra fama de ser hospitalarios. De ello se encargó Chichi Romero (Q.E.P.D.), a quien Vives recuerda con cariño y gratitud y por supuesto, el señor Nando Iguarán, gran amigo de su padre, el doctor Luis Aurelio Vives (Q.E.P.D.), quien también hiciera parte de la misión que logró su llegada a la capital guajira.
En mi caso, tenía permiso de mis padres para ir con mi prima hermana Alma Luz Rincón Aguilar, quien, aunque es 9 años mayor que yo, siempre quiso cargar conmigo para todas partes. Mis papás sabían de antemano de mi condición de fan de Vives. Ellos, superando todos los temores naturales de tener una sola hija, dos años antes me habían enviado en una excursión de Guajira Tours a la ciudad de Santa Marta para ver al artista samario quien se presentaría junto al puertoriqueño Chayanne en el estadio Eduardo Santos, el 5 de septiembre de 1992. Consentidores como fueron conmigo, me enviaron también a Barranquilla al terminar décimo de bachillerato en 1995, al concierto de La Tierra del Olvido que se realizó en el estadio Metropolitano y poco a poco, ya por mi cuenta, he podido asistir a muchos conciertos en: Villanueva (2012), Cartagena (2013), Maracaibo (2014), Bogotá (2015), Santa Marta (2015) (2016) (2018), Buenos Aires (2023), así como a la presentación de Pombo Musical en la Biblioteca Héctor Salah Zuleta en diciembre de 2017 y ahora en el monumental regreso a Riohacha en este 2025, por el maravilloso acontecimiento que resulta, celebrar los 60 años del departamento de La Guajira.

Treinta y un años después, con una trayectoria artística impecable, lleno de innumerables reconocimientos internacionales como premios Grammy, Lo Nuestro, entre otros, un posicionamiento musical a nivel mundial, un férreo liderazgo social por su tierra, habiendo grabado una canción para la hermosa película Encanto de Disney, y al lado de su bellísima esposa y compañera de vida y de sueños Claudia Elena Vásquez, con la sencillez y la autenticidad que lo caracteriza, Carlos Alberto Vives Restrepo volvió a La Guajira a entregarlo todo.
En una noche inolvidable en el marco de la programación del Festival Francisco El Hombre, en su décima séptima versión, el artista se entregó por completo junto a esa gran familia musical que es La Provincia y que lo ha acompañado por más de tres décadas en el que La Guajira también es mayoría pues el Papa Pastor (bajista), Eder Polo (guacharaquero) y Negrito Rosado (cajero) son guajiros. En el mismo escenario que lo recibió en Riohacha en 1994, y al que muchos tuvimos la dicha de asistir pues además resultaba totalmente atípico que se brindara un espectáculo de esas características de forma gratuita al pueblo el público que lo esperó pacientemente por treinta y un años acudió a la ineludible cita en el marco del Festival Francisco El Hombre. Por aquella época, los Clásicos de La Provincia lanzados en 1993, le mostraban al mundo el folclor vallenato de una forma innovadora y disruptiva con instrumentos y sonidos que solo este icónico artista se había atrevido a mezclar, resultado de la complicidad con otros músicos soñadores y aventureros como él, con quienes ha transitado entusiasta y en colectivo, como ha sido siempre, a través de los vericuetos del folclor.

Casi tres horas duró su increíble presentación, apoteósicamente ovacionada por un público expectante y generoso que permaneció los primeros instantes incrédulo de tener al frente al ícono de la colombianidad ante el mundo. Coreando sus canciones desde lo más profundo de su ser, en un encuentro conmovedor hasta las lágrimas en algunos instantes, como al recordar al compadre Egidio Cuadrado (Q.E.P.D.), y haciendo un magistral recorrido por sus dieciséis álbumes, el Estadio Federico Serrano Soto vibró como un solo corazón, profundo como el mar caribe que comparten Riohacha y Santa Marta, La Guajira y el Magdalena, en un territorio cultural extenso, diverso y único, de cuya identidad cultural Vives es el gran embajador.
El samario, amplio y generoso como es, orgulloso de las raíces guajiras del vallenato, invitó a artistas locales como el acordeonero y Rey Vallenato Delay Magdaniel, al cantante Ivo Díaz, hijo del maestro Leandro Díaz (Q.E.P.D.) y por supuesto, a los talentosos hermanos Larry y Nandin Iguarán, fundadores de la afamada agrupación Los Iguarán, grandes amigos del cantante y su familia, quienes hicieron un despliegue espléndido de maestría y talento musical.

Gracias Carlos Vives por darnos el mejor concierto, por gestar con tu inagotable talento la mejor celebración de estos 60 años de La Guajira. Gracias por tan increíble, emotiva, enérgica y espectacular presentación, como solo tú y La Provincia lo han podido lograr. Sin duda, esta fue la mejor manera de celebrar el aniversario de la tierra que inspiró a juglares como Francisco El Hombre, cuyos pasos siguen su camino a través de artistas como tú, el embajador mundial del vallenato y de la identidad cultural, nuestro ícono artístico del gran Caribe y de Colombia ante el mundo.
P.D.: Ahora vienen los 480 años de Riohacha en septiembre y bien vale la pena (y el disfrute), repetir esta memorable experiencia. Alcalde Genaro Redondo, el público riohachero anhela escuchar Caballito por Carlos Vives y La Provincia… ¿No sería este un buen regalo de aniversario? Creo que sí. Les dejo esta idea.
