
Hoy no escribo de política, ni de las noticias que a diario ocupan nuestras agendas. Hoy escribo de una amiga a la que admiro, y cuyo cumpleaños me da la excusa perfecta para rendirle homenaje: Rashide Chicre Landinez.
Nació en Manaure un 10 de octubre de 1982, hija de Anita Landinez y nieta de la matrona Nirma Barliza, herencia que explica mucho de su temple y de su manera de entender la vida. La maternidad le llegó temprano, y asumió ese reto con la misma disciplina con la que ha encarado todo en su vida. Quien la conoce sabe que no hay palabra más justa para ella que impecable.
Pero si algo define a Rashide en este momento de su vida es el papel que viene desempeñado como jefe de prensa de ESEPGUA. Gran acierto el de la ingeniera Andreina García en confiarle esta tarea, que con talento, estrategia y un compromiso inquebrantable, ha logrado posicionar a una empresa joven, apenas con tres años de existencia; como la mejor del departamento.

No es exagerado decir que, en gran medida, la imagen y el buen nombre de la entidad tienen su sello, ese que combina visión, pasión y una extraordinaria capacidad de comunicar.
Por eso, hoy que celebra un año más de vida, no solo le deseo felicidad: también reconozco el valor de su historia. Rashide nos recuerda que el liderazgo no siempre está en los reflectores, sino muchas veces en quienes, desde la palabra, construyen confianza, inspiran respeto. Su huella es discreta, pero firme y muy brillante.

Rashide ha demostrado que los sueños se conquistan con disciplina, que la maternidad puede ser una escuela de liderazgo, y que las palabras bien dichas también transforman territorios. Hoy, más que felicitarla, quiero reconocerla: por su fuerza, por su talento, por el cariño y respeto de sus colegas y porque su historia es ejemplo de lo que son capaces las mujeres guajiras cuando deciden no rendirse.
Feliz cumpleaños, amiga. Que la vida siga dándote razones para sonreír, y a nosotros el privilegio de seguir aprendiendo de ti.
