En cumplimiento de la sentencia T-302 de 2017, la directora nacional del ICBF, Astrid Cáceres, llegó a la Alta a Guajira a escuchar y hablar con las autoridades wayuu.
La alta funcionaria indicó que “cada acción del Estado, debe llevar a la unión del pueblo y no fragmentarlo”, en diálogo con la comunidad en Siapana, en la Alta Guajira, jurisdicción del municipio de Uribia.
Informó además la entidad que protege a la niñez en el país que “como estado, establecemos un diálogo genuino con el pueblo wayuu para coordinar acciones que nos permitan garantizar los derechos de la niñez. Llegamos a tejer un puente entre el estado y la nación de la Guajira”.
Estuvieron en este encuentro las autoridades wayuu más reconocidas en la Alta Guajira, Maicao, Uribia, Riohacha y Manaure. Además del gerente especial para la atención de la crisis en el departamento, Luis Gómez Pimienta.
Asimismo, participaron la gobernadora de La Guajira, Diala Wilches Cortina; la Procuraduría General de la Nación; Defensoría del Pueblo; Ministerio de Educación; entre otras autoridades administrativas.
“Yo no vengo a salvar La Guajira, yo vengo a tejer un puente y a poner puntadas en un camino que debe recorrer el pueblo wayuu y el gobierno nacional. Vengo a iniciar un proceso de reparación que nos toca construir entre todos”, dijo Astrid Eliana Cáceres, directora general del ICBF.
También la funcionaria se refirió a la posibilidad de cambiar la minuta de alimentación en esta zona apartada de La Guajira.
“Gracias a la comunidad generosa, valiente y resistente, gracias a la nación wayuu. Galletas de trupillo entre muchos regalos, iguaraya y muchas posibilidades de cambiar minutas y producir alimentos desde el territorio. Sus niños y niñas en el centro de la gestión del ICBF”, dijo Astrid Cáceres.
Cabe recordar que en la última semana en Uribia se reportaron dos niños muertos por desnutrición, llegando a la escandalosa cifra de 24 niños muertos por esta causa en el departamento de La Guajira en lo que va del año 2023.
Sin embargo, pese al cambio de directora regional de La Guajira, para los líderes wayuu y asociaciones defensoras de derechos humanos, la situación en el ICBF con la atención para los niños y niñas sigue siendo la misma, o quizás aún, sigue siendo peor.