DIOS RESPONDE
- “¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría?
- Ahora cíñete la cintura como un hombre: yo te preguntaré y tú me contestarás”. Job 38.
Ciertamente Dios responde a la lamentación y a las preguntas del ser humano. Desde un torbellino (aparición) y con voz majestuosa, el Señor habla como un guerrero dispuesto a salvar a Su pueblo.
La primera oración de Dios es una pregunta: ”¿Quién es ese que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría?” (v. 2). Consejo (etsá en hebreo) significa también plan. La creación fue minuciosamente planificada según el propósito y la voluntad de Dios. En esta pregunta, el Creador cuestiona el verdadero poder del hombre, el cual pretende oscurecer Su consejo con palabras sin sabiduría. De esta forma, se plantea el contraste entre los planes de Dios y la ignorancia del hombre. Job deja de ser el que pregunta, para ser llamado a responder.
Dios plantea preguntas y declaraciones relacionadas con la creación del mundo. Este párrafo trata sobre tres temas: el fundamento de la tierra y los límites del mar (Job 38:4-11); la mañana y el alma (vv. 12-15); y la grandeza del mundo creado ( vv. 16-21).
Las palabras de Dios son respuestas a las preguntas que Job presentó en lamentación, en el capítulo 3. La pregunta ”¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?” (v. 4a), y la ironía en la expresión ”¡Quizá tú lo sabes, puesto que entonces ya habías nacido y es grande el número de tus días!” (v. 21), pretendían lograr que Job reconociera su limitado conocimiento y poder sobre la creación. Así, Dios pone al descubierto la incompetencia y la ignorancia de Job, para poder conceder un nuevo consuelo.
Dios no responde a las cuestiones que debatieron Job y sus amigos, como el sufrimiento del justo, la causa y el efecto, ni el bienestar del malvado. Por el contrario, le responde a Job con 70 preguntas paradójicas referentes a Su poder y soberanía sobre la creación, las cuales le resultan imposibles de responder.
El ser humano no puede conocer toda la providencia de Dios, por eso, su deber como creación es reconocer Su gran poder y soberanía, aun en medio de la aflicción, preguntar cuál es Su voluntad y obedecerla humildemente. El fiel debe obedecer humildemente la Palabra de Dios y vivir acorde a Su buena voluntad. Dios responde. Dios les guarde.