Edicion octubre 18, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA
DIOS ES DIGNO DE ALABANZA
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Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán
Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

6. “Jehová exalta a los humildes y humilla a los impíos hasta la tierra”.

Salmos 147:6.

Es prioritario para Dios levantar Su reino y Su pueblo. Aquel que conoce el número de las estrellas y las llama por sus nombres es grande en sabiduría, fuerza y dominio: “Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro, y mucho su poder, y su entendimiento es infinito” (vv. 4-5). Dios edifica a Jerusalén, Su reino se extenderá y no tendrá límite. Reunirá a Su pueblo en diáspora con Su sabiduría, sin que se pierda ni un alma.

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El impío se jacta por el poder de su mano y sabiduría, pero Dios lo derriba a tierra. Dios sanará a los débiles y no a los fuertes, a los quebrantados de corazón que le temen y esperan en Él los sostendrá con Su diestra de poder. Él espera en digno de recibir toda alabanza.

Dios escudriña nuestro corazón en lugar de ver nuestras condiciones externas. Él no tiene necesidad de nada, ni mucho menos de recibir poder de otros. No se deleita en la fuerza que podamos tener, sino que busca a los que le aman, le temen y confían en Él. Su poder se mantiene a favor de ellos, porque es un Dios misericordioso. Cuando oye a los hijos de los cuervos que claman, mueve el mundo de la naturaleza para proveerles alimento.

Dios puede movilizar todo lo que está a Su alcance para salir al encuentro de un pueblo que le busca y espera en Él. La supervivencia no depende de nuestras fuerzas, sino de Dios; y este es el motivo por el que los débiles le alaban con gratitud.

El Creador gobierna, no solo el orden del universo entero y la naturaleza, sino que también protege a cada creación con amor. Él reúne a los israelitas que se dispersaron y sana a los acongojados cubriendo sus heridas; no quiebra la caña cascada ni apaga el pábilo que se extingue.

Por lo tanto, es importante tener un corazón absolutamente puro hacia el Soberano, sin confundirnos creyendo que el poder adquisitivo, la inteligencia o la jerarquía superior son los que controlan la vida. Debemos ser humildes ante el Señor, respetarlo y confiar solo en Él, quien se alegra de los humildes y provee a quienes lo buscan”.

El pueblo de Dios debe alabarlo por ser el Creador y Soberano. Dios les guarde.

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