
18. Entonces les declaré como la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: “Levantémonos y edifiquemos”. Así esforzaron sus manos para bien. Nehemías 2.
Los hombres de Dios conocen cuál es su llamado, y lo cumplen con prudencia. Al llegar a Jerusalén, Nehemías sale de noche con algunas personas más cercanas a reconocer y observar el estado actual de la ciudad. Esto le permitiría conocer mejor la situación y planificar con detalles su accionar. El motivo por el que lo hace de manera discreta y de noche, es para no levantar oposición de sus adversarios.
Algunos hombres samaritanos que gobernaban sobre Judá no están de acuerdo que envíen un gobernador sobre Judá, ni que la ciudad de Jerusalén fuese reconstruida, ni mucho menos, que Judá sea reconocida como una región autónoma. La situación de Jerusalén visto por Nehemías debe haber sido decadente y miserable. Pero toda obra de Dios merece ser tratada con prudencia, con una planificación minuciosa.
Después de investigar la situación de Jerusalén, Nehemías sugiere a los hombres de Judá a reconstruir los muros de la ciudad. No es un mandato que impone como gobernador sobre Judá, sino una persuasión con el fin de librar a la ciudad de la vergüenza y la miseria que padece. Si Nehemías pudo venir a Jerusalén como gobernador de Judá, habiendo sido copero del rey, fue por la ayuda de Dios.

El matrimonio de Nehemías trae convicción de que Dios les ayudará a reconstruir los muros de la ciudad. El testimonio de fe fortalece y aviva a una comunidad. En el emprendimiento de una buena obra, siempre hay oposición. Nehemías está convencido de que Dios le ayudará. Aunque se burlan y se oponen de él, Sanbalat, Tobías y Gesem, Nehemías continúa cumpliendo con su llamado con denuedo.
Cuando Nehemías completa su largo viaje de regreso del palacio del rey Artajerjes en Persia hasta Jerusalén, para reconstruir los muros de este, lo esperan las burlas de sus enemigos. Sin embargo, Nehemías hace todo su esfuerzo para reedificar el muro, en vez de regresar a su posición de confianza y preferencia en la corte del rey Artajerjes porque buscaba obedecer a la voluntad de Dios con todo su ser en todo momento.
Las circunstancias difíciles y los enemigos pueden parecer enormes ante los ojos del hombre, pero el fiel debe ver que la mano de Dios, que acompaña y ayuda al pueblo que eligió, es más grande.
Dios realiza Su buena obra a través de las personas que obedecen Su voluntad en toda situación. Dios cumple Su obra. Dios les guarde.