“El comercio une al mundo en una común hermandad de dependencia mutua y de intereses recíprocos”, James A Garfield
El comercio internacional y sus términos de intercambio son un factor clave para determinar a nivel macroeconómico el desarrollo de una región. Mas aún, si la región goza de privilegios geoestratégicos que coadyuven a generar condiciones en las cuales, se logren procesos de internacionalización empresarial con ventajas comparativas y altos índices de competitividad.
El departamento de La Guajira es, sin lugar a duda, una región privilegiada si se tiene en cuenta su posición geográfica y las ventajas comparativas que presenta su sector agropecuario. Sin embargo, otras han sido las causales por las que no se han podido materializar todos esos beneficios en un desarrollo socioeconómico pleno. Por ejemplo, entre varios, la internacionalización del aparato productivo agropecuario que aporta solo 3.8% del PIB del departamento; $545.000 millones de pesos según cifras del informe socioeconómico de La Guajira 2023, Cámara de Comercio.
Tras el anuncio por parte de la Alcaldía Municipal de Uribia con relación a la reactivación de las exportaciones en Puerto Nuevo, Alta Guajira, se destraba un sin número de posibilidades para el sector agro y pecuario de explorar nuevos mercados a nivel internacional y por su puesto afianzar lazos comerciales con los que ya se tienen una estrecha relación. Es una excelente oportunidad para seguir diversificando la base exportable, la cual se encuentra altamente dependiente del sector minero – no minero energético. Esto refleja como otros sectores potenciales como la agricultura, agroindustria y ganadería no generan valor agregado manteniendo bajos niveles de competitividad.
Esta reactivación comercial en Puerto Nuevo no solo motiva al sector agropecuario a desarrollar estrategias comerciales que permeen al comercio internacional, sino que además, va de la mano con políticas de producción inclusiva, si se tiene en cuenta que este sector de la economía la componen en su mayoría MiPymes ubicadas en el sector rural donde residen campesinos e indígenas wayuu, creando un eco entorno clave para el desarrollo socioeconómico de estas comunidades.
Las actividades iniciaron con la exportación de 20 toneladas de frutas hacia Aruba, que gracias al “memorándum de entendimiento” en materia de comercio internacional han abierto puertas para afianzar a este destino junto a Curazao, Antillas Holandesas y Países Bajos en general, como el principal socio comercial del departamento de La Guajira.
Si bien es cierto que aún falta mucho por ofrecer en términos de infraestructura portuaria, no se puede desconocer todas aquellas iniciativas que vayan en pro del crecimiento económico y comiencen a generar impacto en nuevos modelos de producción y comercialización. No solo en La Guajira, sino a nivel nacional, hay mucha tela que cortar en temas de logística internacional.
La posición privilegiada con la que cuenta el departamento y la relación con la Cuenca Caribe que tiene una gran transcendencia histórica, marcada especialmente por su ubicación frente al Océano Atlántico y los intercambios comerciales que nos caracterizan, debe seguir siendo el punto de partida para propiciar oportunidades de crecimiento, esperanza para la población vulnerable y un impacto en términos de competitividad empresarial que se traduzcan en proyectos que prometan esa sostenibilidad. Colombia hoy solo cuenta con dos puertos de contenedores principales (Cartagena y Buenaventura), lo que hace que Puerto Nuevo aún siga siendo un desafío a nivel de competitividad.
No obstante, esto se puede traducir en un “desbloqueo de esperanzas” para el desarrollo socioeconómico del departamento. Hoy, no es solo el sector agropecuario el llamado aprovechar estas oportunidades. El sector de las artesanías, por ejemplo, cuyos productos calzan en las actividades económicas de comercio internacional a través de este puerto; también se les presenta una forma de exportar cultura e importar turismo.
Finalmente, esto invita al sector productivo a trabajar de manera articulada, con modelos asociativos (cluster) para proveer al mercado externo de productos de origen local con valor agregado, mitigar el déficit comercial y generar mayor poder de negociación internacional en sectores donde por la poca diversificación de la base exportable no se han permitido generar condiciones de competitividad.
