En el mes de septiembre, Riohacha celebró su 478º aniversario desde su poblamiento, un hito que nos invita a reflexionar sobre el estado actual de la ciudad y el rumbo que debemos tomar a propósito de las elecciones del próximo 29 de octubre.
Es innegable que Riohacha, enfrenta un atraso considerable en comparación a las otras ciudades de la Región Caribe, por eso el llamado es a dejar atrás la resignación y a luchar de manera conjunta por una ciudad competitiva y con calidad de vida para sus ciudadanos.
El próximo alcalde o alcaldesa de Riohacha debe sentar las bases definitivas del progreso y desarrollo de la ciudad en alianza con la ciudadanía, el sector empresarial y las organizaciones sociales. Para lograr esta ruta, será necesario abordar una serie de desafíos críticos que han condenado a la ciudad al rezago en los últimos años.
Las deficiencias en la prestación de los servicios públicos, los altos índices de pobreza e inseguridad, el desempleo, la informalidad laboral y los bajos niveles de desarrollo social, competitividad y desarrollo empresarial son el punto de partida. Iniciar a planificar acciones de cómo superar estas dificultades requerirá de un compromiso firme con la implementación de un modelo de gobernanza colaborativa.
Es importante que el nuevo gobierno distrital de un giro radical hacia la participación ciudadana, donde los ciudadanos desempeñen un papel verdaderamente activo en la toma de decisiones, el control y la fiscalización de los recursos públicos. Este enfoque generará la confianza necesaria para creer en la ciudad. De esta manera, podremos entre otras cosas, lograr un incremento en la generación de recursos propios y aún más importante, mejorar el sentido de pertenencia por la ciudad.
La construcción del futuro de Riohacha debe ser un esfuerzo colectivo. Todos podemos ser agentes de cambio en nuestra ciudad. Cuando prioricemos el interés colectivo sobre el interés particular y adoptemos valores sociales, cultura ciudadana y respeto por las normas, daremos un paso significativo hacia el desarrollo de la ciudad.
Es urgente que la comunidad despierte del letargo y apatía con respecto al futuro. Los riohacheros deben comprender que su rol como ciudadanos va más allá de participar en campañas políticas a la espera de un beneficio personal. El voto informado y la ciudadanía activa son herramientas claves para lograr la transformación social que deseamos.
En Riohacha necesitamos un mayor activismo propositivo y una colaboración multi actor efectiva para convertirnos en un verdadero Distrito Turístico y Cultural. Una herramienta valiosa puede ser la conformación del programa “Riohacha ¿Cómo Vamos?”, con el objetivo de hacer seguimiento y evaluación a la calidad de vida de los ciudadanos y que esto se convierta en un insumo de toma de decisiones de política pública.
El 478º aniversario de Riohacha es más que una celebración; es una oportunidad para despertar, actuar juntos y trabajar incansablemente por el futuro que merecemos. Aprovechemos las elecciones para dejar a un lado el retrovisor y ser los protagonistas de un nuevo capítulo en la historia de nuestra ciudad, donde la participación activa, la innovación y la solidaridad nos llevarán hacia un futuro próspero.