Cuatro años de Ojo Pelao’: el eco de un periodismo que nace del viento y la tierra guajira
El 13 de octubre, en el cálido corazón de Barrancas, La Guajira, celebramos los cuatro años de existencia de Ojo Pelao, un magazine que, desde sus raíces humildes en la provincia, ha demostrado que el periodismo de calidad no requiere de los rascacielos de las grandes urbes ni de las luces brillantes de los estudios televisivos. Desde el polvo y el viento del desierto guajiro, este proyecto ha logrado erigirse como un faro de reflexión y crítica, iluminando las realidades más profundas de una tierra que late al ritmo de su historia y cultura.
Bajo la dirección visionaria de José Ramiro Celedón, Ojo Pelao ha dejado claro que, con dedicación, un buen ojo crítico y un compromiso inquebrantable con la verdad, se puede construir un periodismo que resuene más allá de los confines de los medios tradicionales. Desde las calles de un pequeño pueblo, el magazine ha logrado trascender, convirtiéndose en una plataforma capaz de competir con publicaciones de gran envergadura, pero siempre manteniendo su esencia cercana, humana y profundamente conectada con su comunidad.
Una de las joyas más brillantes en la corona de Ojo Pelao es su formato innovador, fresco y accesible, que combina un diseño visualmente atractivo con un contenido profundo y reflexivo. Sus páginas, cuidadas al detalle, invitan no solo a leer, sino a detenerse, a observar, a sentir. Cada edición es un viaje que va desde lo estético hasta lo esencial, tocando temas que, lejos de la superficialidad, se adentran en las entrañas mismas de las problemáticas sociales, culturales y medioambientales de La Guajira. Esta capacidad de dialogar tanto con los jóvenes como con los lectores más tradicionales es un testimonio del talento de su equipo y de la dirección impecable de Celedón, quien ha sabido mantener el pulso firme y la brújula clara en este viaje periodístico.
Desde sus primeras páginas, Ojo Pelao ha sido un acto de resistencia, un recordatorio de que desde la provincia también se puede hacer un periodismo que transforme, que inspire y que, sobre todo, cuestione. José Ramiro, con su liderazgo sensible y agudo, ha demostrado que la verdad, cuando se persigue con autenticidad, no necesita de grandes escenarios para brillar. Barrancas, ese rincón de nuestra geografía que para muchos podría pasar desapercibido, se ha convertido en el epicentro de un periodismo que, cual viento del desierto, sopla fuerte y se expande, llevando consigo la voz de una comunidad que exige ser escuchada.
Lo que Ojo Pelao ha logrado es una verdadera proeza: ha capturado las voces silenciadas, ha puesto el foco en las historias invisibilizadas y ha abierto un espacio de diálogo donde antes solo había desierto. Cada reportaje, cada columna, es una semilla que se planta en el imaginario colectivo de sus lectores, cultivando una conciencia más crítica y una mayor sensibilidad hacia los retos y realidades de nuestra tierra.
Este cuarto aniversario no es más que el comienzo de una travesía que promete seguir creciendo, manteniendo siempre la fidelidad a su esencia: un periodismo de proximidad, con raíces firmes en la tierra guajira y una visión amplia, capaz de abarcar el mundo. Ojo Pelao seguirá soplando fuerte, como el viento que modela los paisajes de nuestra región, siempre alerta, siempre con los ojos bien abiertos, siempre dispuesto a contar lo que otros callan.
Que estos cuatro años sean solo el preludio de muchas más páginas por escribir.