Conversemos sobre La Guajira
Alfredo Deluque es mi amigo y creo que él debe tener las mismas consideraciones respecto a mí. En su oportunidad, en un gesto de reconocimiento a mi formación y experiencia postuló mi nombre en la terna para designar al gobernador encargado del Departamento de La Guajira en el período anterior.
Al final, las cosas no se dieron.
Con el tiempo me enteré, de fuente fidedigna, que dos reos de la justicia fueron los que definieron el futuro de La Guajira, porque Wilmer González y Jorge Pérez Bernier me vetaron y se opusieron a mi designación. Yo nunca he sido reo. Y también tuvo incidencia el hecho de que la persona designada visitó a los reclusos en más de una ocasión. Ahí están los registros que pueden probar las entradas y salidas al sitio donde estaban los dos reos.
En todo caso, y a pesar de que siempre hemos tenido un trato de mutuo respeto y consideraciones, en las actuales circunstancias estamos en el centro de la participación de un debate democrático, para procurar que La Guajira tenga una representación en el Senado de la República de alguien oriundo del Departamento, que sienta los problemas y las necesidades de su gente. Y no, como ha venido ocurriendo, que llegan candidatos foráneos como golondrinas: pican, comen y se van para volver en la siguiente primavera, sin ningún compromiso con el Departamento y sus problemas. No hay derecho a reclamarles nada porque pagando los votos ya han cumplido.
A partir de lo anterior, saludo la convocatoria al conversatorio organizado por la Fundación Waya Guajira Unida, y lamento sinceramente que la Organización Dirigentes Sociales Construyendo Futuro no me hubiera invitado al debate que llevaron a cabo.
De los candidatos que estamos aspirando a una curul en el Senado, solo Alfredo Deluque ha sido congresista. Sin embargo, no se han visto materializados los resultados de su gestión de tantos años en el centralismo político bogotano, o en lo que algunos analistas políticos han llamado el bogocentrismo. Ha sido socio de diferentes administraciones, presidente de la Cámara de Representantes y, sin embargo, el departamento sigue caminando hacia la decadencia.
Hay que debatir sobre los temas que aquejan a La Guajira desde hace décadas, y que los políticos tradicionales tienen como fortín particular, para enriquecerse y atornillarse en el poder mientras la gente cada día vive peor.
Como la inseguridad de la gente; el constante robo de ganado, sumado a la destrucción intencionada de fincas por parte de los delincuentes.
El eterno mal estado de las vías intermunicipales que afectan a los conductores y sus vehículos. Además del cupo de la gasolina subsidiada que ha creado una especie de escisión entre guajiros del Norte y guajiros del Sur como si fuéramos ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.
Hay que debatir sobre la represa del río Ranchería, construida hace más de una década y todavía no funciona. ¿No ha habido quien pueda hablar para poner a funcionar una obra que ya está terminada y es tan necesaria para la economía de la región?
Pero si todo esto no fuera poco, también se suma la decisión de la Corte Constitucional a través de la Sentencia T-302 de 2017, que emplazó a las autoridades de los municipios de Uribia, Manaure, Maicao y Riohacha, así como a la gobernación del departamento al reconocimiento y cumplimiento de unos derechos propios de la comunidad wayúu.
También podemos hablar de la ejecución de recursos de regalías que hacen la gobernación y los municipios del departamento, parques eólicos y otras energías renovables, estado de la educación, o de la Universidad de La Guajira, salud, empleo, en fin, nos podemos dar el lujo de escoger los temas porque son muchas las carencias.
Y de manera respetuosa invito a la prensa guajira a elevar el nivel del debate, que sea abierto y transparente como merecen los guajiros para que tengan la información suficiente, y que de manera reflexiva elijan a quien los va a representar en el Congreso de la República. ¡La Guajira Merece Justicia!
Y como dijo el filósofo de La Junta: Se las dejo ahí… @LColmenaresR