Conflicto Rusia – Ucrania: ¿Una nueva cosmovisión geopolítica en los negocios internacionales?
“El conflicto entre Rusia y Ucrania, con sus correspondientes sanciones, pone de manifiesto que los países se acercan por afinidad o se alejan por disidencias, con su correspondiente impacto económico”
Marcelo Elizondo
Durante los primeros meses de este 2022 se han revivido las tensiones militares y políticas que Rusia y Ucrania habían venido presentando en los últimos ocho años. Sin embargo, este conflicto en la actualidad tiene una escala tan significativa para la humanidad que ha condicionado el comportamiento del mercado global, reordenamientos geopolíticos a través de instituciones supranacionales y por su puesto en los negocios internacionales.
Este hecho a traído consigo la atención de toda la comunidad internacional para tomar posturas frente a un hecho basado en connotaciones históricas que explican el origen del conflicto tras la caída de un modelo político, social y económico que había fracasado ante su antagonista, Estados Unidos después de la guerra fría.
Ante este hecho, Rusia coloca de manifiesto su inconformismo e impugnación sobre la mesa el hecho de aceptar la nueva arquitectura de seguridad europea construida a sus espaldas durante los años noventa en su leve recuperación a la caída de la Unión Soviética.
Hoy, en su camino por recuperar esos territorios sobre los que Moscú consideraba que tenía patente de corso por razones tanto históricas como afectivas, decide activar su arsenal bélico al territorio ucraniano. Luego de lo ocurrido en Georgia en 2008, Ucrania en 2014 y una anexión, la de la península de Crimea, Rusia persiste en alcanzar sus objetivos por todos los medios a su alcance concentrando sus fuerzas en la frontera oriental, región de Donbás.
Pero más allá de los movimientos geoestratégicos por parte de los involucrados (Rusia, Ucrania, países bálticos aliados a la OTAN), la pregunta es, ¿Cuáles son los nuevos realineamientos comerciales y económicos en materia de negocios internacionales que subyacen del este conflicto geopolítico?
La respuesta puede comenzar a tejerse desde la importancia económica que representa el territorio de Ucrania para la economía de la Unión Europea y de Rusia en particular. Ucrania no sólo es un cruce de gasoductos, sino que gran parte de la producción de cereal de Europa tiene por origen este país. Ucrania no sólo es considerada como “la bolsa del pan de Europa”, es además un gran productor de maíz, un bien de primera necesidad tanto para la alimentación de la comunidad europea, como para la producción de biocombustibles, un insumo clave en la estrategia de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el viejo continente.
Una nueva cosmovisión sobre el impacto que el conflicto está ofreciendo en materia de negocios internacionales, se fundamenta en algunos lineamientos relacionados con el cambio tecnológico hacia la consolidación de la nueva economía global del conocimiento; el liderazgo de grandes empresas mundiales en la creación de los nuevos parámetros productivos; la instauración de crecientes exigencias en materia de estándares de calidad que generan nuevos requisitos para la oferta de bienes y servicios; la volatilidad en precios y cotizaciones motivadas por la aceleración de los cambios; y la incremental influencia de la geopolítica en los negocios internacionales.
Es justamente esta última la que hoy a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania va a condicionar el ajuste a un nuevo marco de preferencias en los nuevos negocios internacionales. En gran parte la internacionalización se hará en función de regiones aliadas con afinidad política e ideológica a fin de conservar una postura sesgada del conflicto. Se espera para este nuevo espectro políticas más conservadoras y proteccionistas en el comercio exterior, así como la emisión de activos no expuestos en los mercados bursátiles.
La posición de occidente es muy clara, preservar la soberanía del territorio ucraniano y brindar apoyo material en aras de impedir que Rusia tome posesión de Kiev. Sin embargo, también evitar enfrentamientos hegemónicos que lleven a consecuencias insospechadas. No obstante, cualesquiera que sean las decisiones de los involucrados, no evita que la globalización vuelva a dar un paso atrás como fue el caso del COVID -19 en materia de crecimiento económico y negocios internacionales.
Finalmente se espera entonces que tras el presente conflicto a raíz de las sanciones que probablemente mantendrá e impondrá occidente a Rusia, los países se refugiaran en sus aliados para mantener relaciones internacionales y condiciones de negociación que reduzca la volatilidad económica que afecte su inestabilidad productiva.