Edicion diciembre 24, 2025

Claudia Margarita Zuleta, una voz firme para La Guajira

Claudia Margarita Zuleta, una voz firme para La Guajira
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Columnista- Fabio Olea Massa (Negrindio)
Columnista- Fabio Olea Massa (Negrindio)

Decir que todos los políticos son malos no solo es una afirmación injusta; también desacredita a quienes cumplen con rigor el mandato popular que reciben y termina deslegitimando la actividad política, con el consecuente debilitamiento de la democracia. Esa generalización fácil resulta funcional al descrédito de lo público y al desinterés ciudadano.

Claudia Margarita Zuleta ha construido su carrera pública desde el servicio, con un genuino sentido de pertenencia por su tierra y un compromiso real con las comunidades más necesitadas. Su liderazgo no surgió de la noche a la mañana: se forjó en el trabajo social, en la gestión local, en la defensa de causas colectivas y en la cercanía permanente con la gente.

A una mujer con esa trayectoria no se le puede negar, ni moral ni políticamente, el derecho legítimo a aspirar al Congreso de la República. Claudia Margarita ha sido secretaria departamental de Deportes del Cesar y secretaria de Salud de Valledupar. Su recorrido incluye, además, dos candidaturas a la Gobernación del Cesar y dos periodos como diputada en la Asamblea Departamental, curul a la que accedió en virtud del Estatuto de la Oposición. Posteriormente, renunció a la duma departamental para postular su nombre al Senado por el partido Centro Democrático en las elecciones parlamentarias de marzo de 2026.

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El Congreso es el escenario natural donde se debaten y aprueban las leyes que rigen la vida del país, y desde allí se pueden impulsar iniciativas orientadas a proteger a los sectores más vulnerables. Por eso, a la hora de votar, el ciudadano debe saber diferenciar, evaluar trayectorias, exigir coherencia y elegir a quienes han demostrado con hechos —y no solo con discursos— que entienden el poder como una herramienta de servicio. En el Senado, La Guajira tendría en Claudia Margarita una voz que defienda los intereses del departamento y de las comunidades wayuu históricamente abandonadas.

Claudia Margarita posee experiencia administrativa y conocimiento de lo público, construidos tanto desde la formación académica como desde la práctica, gracias a su ejercicio profesional como abogada y a los cargos que ha desempeñado. A esa base se suma una cualidad personal que fortalece su liderazgo: la empatía y el carisma en el trato directo con la gente. Su condición de madre y de mujer empoderada le otorga, además, una sensibilidad particular frente a las realidades sociales de La Guajira, lo que amplía su capacidad de representación.

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En ese contexto, la doctora Claudia Margarita Zuleta encarna un liderazgo necesario: cercano a la gente, comprometido con causas justas y responsable en la gestión de lo público. Su conocimiento del territorio, su vocación de servicio y su capacidad de diálogo la consolidan como una voz firme y respetada, capaz de representar con legitimidad los intereses de su región en el Congreso. Más que una aspiración política, su trayectoria demuestra que la vocación de servicio puede —y debe— abrirse camino en la vida pública.

Con amplio conocimiento del sector minero —actividad clave para la economía del Cesar y La Guajira— Claudia Margarita ha asumido una postura clara en defensa de esta industria, fundamental para el empleo y la dinámica productiva de la región. Durante su paso por la Asamblea Departamental, se pronunció públicamente en respaldo de la explotación minera y en desacuerdo con la política del gobierno del presidente Gustavo Petro orientada a desmontar esta actividad.

Además de su compromiso social y político, Claudia Margarita tiene un valor simbólico adicional: es hija de Poncho Zuleta (Villanuevero), una de las grandes figuras del folclor vallenato. Ese vínculo no solo enriquece su identidad cultural, sino que expresa una herencia de disciplina, pasión y cercanía con el pueblo, valores que también se reflejan en su ejercicio público. Así, su liderazgo conjuga experiencia, vocación de servicio y arraigo cultural, fortaleciendo su legitimidad como representante de La Guajira.

El Cesar se privó de tener una buena gobernadora, pero el país puede ganar una buena senadora. Su ubicación en el tercer renglón de la lista cerrada de su partido —bajo el mecanismo de voto no preferente— la perfila como una opción real de elección y como una oportunidad concreta para llevar la representación de La Guajira al Capitolio Nacional, sede del Congreso de la República, y articular, junto a los demás congresistas que resulten elegidos por el departamento, un bloque parlamentario sólido en defensa de los intereses regionales del Cesar y La Guajira.

La Guajira, un departamento inmensamente rico en recursos naturales pero paradójicamente empobrecido —segundo en el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas—, necesita una voz doliente que se alce en el Congreso en defensa de sus intereses y en la reivindicación de su gente. Urge que la riqueza que produce el territorio se traduzca en inversión real para las comunidades: agua potable, salud, educación, vías y hospitales que impulsen el desarrollo y el bienestar colectivo. Claudia Margarita Zuleta, como senadora, asume ese compromiso y esa responsabilidad política con el pueblo guajiro.

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