
En el corazón ardiente de La Guajira se levanta un nombre que ya vibra como canto y esperanza: Lilia María Ballesteros Egurrola, nuestra Reina Guajira 2025. El pasado 3 de octubre, en el majestuoso escenario de Anas Mai, fue coronada ante la mirada orgullosa de cientos de guajiros que la acompañarán con aplausos, pañuelos y sonrisas.
Lilia María no es solo una mujer hermosa, es la herencia viva de una estirpe que ha hecho de la poesía, la música y la cultura su carta de presentación. Hija de Mariángelica Egurrola —recordada periodista de La Guajira, quien partió hace dos años pero que desde el cielo la sigue abrazando y coronando con su amor eterno— y de César Ballesteros García, odontólogo de vocación, ella creció entre las letras, la disciplina y el sentido de pertenencia por esta tierra noble y resiliente.

Se crió en Riohacha, en el barrio Suchima, donde cursó su primaria y secundaria en el Colegio Marcelo Gracioso y el Cerromar. Allí aprendió que la grandeza no está solo en los títulos, sino en la humildad de servir y en la fuerza de los sueños. Hoy, ya como médica egresada de la Universidad del Bosque en Bogotá, sueña con especializarse en dermatología, porque en cada piel ve la dignidad de un ser humano y el compromiso de cuidarla.

Pero su linaje tiene resonancias mayores: su tía, la inolvidable María Teresa Egurrola, llevó la corona de Señorita Colombia en 1988, abriendo un camino de gracia y excelencia para la familia y para La Guajira. En sus venas también palpita la sensibilidad de artistas como Luis Egurrola, compositor romántico sanjuanero, quien regaló al mundo vallenatos que aún hoy estremecen corazones.

Lilia María es, entonces, el reflejo de esa “casta de reinas, de poetas y de artistas” que honra a San Juan del Cesar y a toda La Guajira. Cada paso suyo sobre el escenario será un homenaje a su madre, a su familia y a cada guajiro que confía en ella. Por eso, cuando ella levante la mirada en el Reinado Nacional, no estará sola: llevará consigo los sueños de su pueblo, la memoria de su madre, el respaldo de los periodistas, el cariño de los sanjuaneros, la fe de los riohacheros, y la voz de todos los guajiros que anhelamos verla triunfar.

Hoy, más que nunca, estamos seguros: la corona volverá a inclinarse hacia los Egurrola, hacia La Guajira, hacia San Juan. Porque Lilia María ya reina en lo más importante: en nuestros corazones.
