En tiempos donde las identidades culturales parecen diluirse entre algoritmos, tendencias pasajeras y consumos rápidos, resulta refrescante encontrar proyectos que, lejos de fragmentarse, se consolidan. Ese es el caso del Festival Francisco el Hombre, que en 2026 celebrará su mayoría de edad con un mensaje poderoso: “Así suena lo nuestro”.
Más allá de un eslogan bien elegido, la frase funciona como declaración de principios. Porque lo que se presentó este 27 de noviembre en Riohacha no fue solo un afiche bello, simbólico, institucional sino una apuesta renovada por la autoestima guajira, por ese tejido cultural que sostiene al territorio incluso en los momentos más difíciles.
Lo que revela este lanzamiento es una Corporación que entendió que los festivales no viven únicamente de la nostalgia ni del repertorio musical, sino de su capacidad de transformarse. El 2025, como lo reconoce el mismo Dr. Álvaro Cuello, fue un año de ajustes, reingeniería y aprendizaje. que ahora les permite proyectar un 2026 más ambicioso y conectado con su público real: no solo los guajiros, sino quienes buscan experiencias culturales auténticas. Y ahí está una de las claves más interesantes: el festival quiere dialogar con mercados internacionales, especialmente aquellos donde el turismo musical, étnico y de naturaleza está en auge. En otras palabras, La Guajira quiere y puede posicionarse como un destino vibrante, diverso y competitivo. La presencia de patrocinadores, concejales, diputados y empresarios en este lanzamiento no solo es un gesto protocolario; es una señal de que el festival ha logrado un consenso inusual: todos entienden que su impacto trasciende lo artístico. Es economía, es turismo, es empleo, es narrativa territorial. Es dignidad.
El anuncio de nuevas estrategias de formación, espacios para talentos emergentes y una plataforma más sólida para la circulación cultural indica que el festival está asumiendo un rol que va más allá de cuatro días de música: se está convirtiendo en un ecosistema cultural. En su mayoría de edad, el Francisco el Hombre no solo celebra dieciocho años: celebra haber entendido que la cultura es más fuerte cuando se arraiga y más valiosa cuando se comparte.
Si “Así suena lo nuestro” logra resonar en el corazón de Riohacha, en los visitantes del Caribe colombiano y en los viajeros del mundo, entonces no estaremos ante un festival más estaremos ante un símbolo vivo de lo que significa ser guajiro.
Y ese sonido, sin duda, vale la pena escucharlo.
