
El senador guajiro Alfredo Deluque Zuleta ha sido, sin duda, el congresista costeño más visible durante los años legislativos 2024 y 2025. Abogado de profesión, especialista en TIC y magíster en Derecho Económico Internacional, se ha destacado como un opositor racional del actual gobierno del presidente Gustavo Petro y como un ciclista aficionado, disciplina que practica con la misma constancia con la que ejerce su labor política.
Alfredo Deluque Zuleta se ha consolidado como un líder firme y coherente de la oposición, respaldado por argumentos sólidos que el tiempo le ha dado la razón. Senador por el Partido de la U, ha sido autor de importantes iniciativas en beneficio del país y, especialmente, de su terruño: La Guajira.
Entre sus logros más destacados se encuentra el acto legislativo “Por una Colombia sin hambre”, aprobado recientemente en su último debate. Al respecto, expresó ante el Congreso: “Gracias a todos los que nos acompañaron en esta batalla. Hoy podemos decir que gana nuestra niñez, ganan las poblaciones más vulnerables y gana Colombia. Llevamos años luchando por crear una verdadera política de seguridad alimentaria en el país. Celebro este triunfo en nombre del departamento de La Guajira y de todos los territorios del país afligidos por el hambre y la desnutrición infantil”.
Deluque ha sido un fiel defensor de los intereses de su departamento, alzando su voz con firmeza en el Congreso de la República. Ultimamente, hizo una clara advertencia al director nacional de Planeación, recordándole que en La Guajira no se puede dividir entre indígenas y no indígenas, pues el 47% de su población pertenece a comunidades originarias y el resto tiene ancestros wayuu, como el propio senador, quien pertenece a la casta Epinayú.

Con contundencia, le respondió: “Aquí todos somos guajiros. Intentar crear divisiones cae en la esfera del populismo, del cual ya estamos cansados”.
Y añadió con tono crítico: “Ojalá sus visitas a La Guajira sean para definir las obras importantes que necesita el departamento —como la carretera a la Alta Guajira o las obras complementarias de la represa del río Ranchería—. Ya tuvimos una nefasta experiencia con el tristemente célebre Olmedo López”.
El senador también ha sido incisivo frente al escándalo de los carrotanques, calificándolo como uno de los mayores actos de corrupción del actual gobierno: “Así termina la historia de los carrotanques en La Guajira: en un desfile de la vergüenza en el que más de 70 vehículos salieron del territorio en la noche, en absoluto silencio y de forma clandestina, dejando atrás las promesas fallidas de un gobierno corrupto, terco, que solo improvisó y dejó una vez más a los guajiros sin soluciones concretas y con total desilusión. Siempre lo advertí y nunca escucharon. Hoy, como siempre, nos duele La Guajira”.
Si se enumeraran todas las iniciativas impulsadas y defendidas por Alfredo Deluque Zuleta, no alcanzarían cuatro cuartillas para destacar su papel durante este año legislativo. Su liderazgo ha sido visible, coherente y cargado de argumentos sólidos en defensa del país y de su región, consolidándose como el senador más representativo del Caribe colombiano.
Una de sus intervenciones más recientes se centró en el debate sobre el pozo de gas Sirius-2, donde insistió en que La Guajira debe ser la sede de operaciones del proyecto, por lógica y justicia territorial: “El pozo de gas Sirius-2 está frente a nuestras costas. Lo más lógico es que sea La Guajira el lugar donde se maneje el proyecto. Argumentar que el departamento no cuenta con las condiciones necesarias para la sede administrativa es absurdo. ¿Acaso Cerrejón o la Texas Petroleum Company las tenían cuando llegaron? No. Ellos las crearon con apoyo del Gobierno Nacional y la empresa privada. Presidente Petro y presidente de Ecopetrol: no le quiten a La Guajira esta oportunidad que contribuirá al desarrollo y al crecimiento económico de una región que ha sufrido el abandono y el olvido estatal por décadas”.
Alfredo Deluque Zuleta se mantiene firme, con la frente en alto y la convicción de seguir representando los intereses de su gente, defendiendo a La Guajira y al país desde una oposición razonada, responsable y profundamente comprometida con el bienestar nacional.






