Confieso que escribir me apasiona, disfruto hacerlo. Mi pasión por la escritura la descubrí durante mi bachillerato cuando me atraía más leer y escribir que estudiar matemáticas o ciencias. La verdad es que estas materias no me despertaban mayor interés y por eso nunca me destaque en ellas, más bien me aburría estudiarlas a la fuerza pero tenía que superarlas como fuera por cumplir y no perder el año. Recuerdo que mi profesor de algebra – Abelardo Arrieta – notaba mi poca atención a su materia y una vez me requirió para que la estudiara más; mi respuesta fue tan categórica como irreverente, le dije profe yo no necesito las matemáticas para ser abogado.
Culminado mi bachillerato me embarque en una travesía en bus de dos días desde Montería hasta Bogotá, a presentarme en la Universidad Nacional de Colombia con la idea que estudiar derecho, carrera que consideraba la apropiada para mí. El puntaje del Icfes no me alcanzo para ser admitido.
Con el mismo propósito me presente en la U de Cartagena donde tampoco pase. A punto estaba de quedarme sin estudiar cuando me fui para Barranquilla a presentarme en Comunicación social en la U Autónoma del Caribe y derecho en la U del Atlántico, y en ambos programas fui admitido. Mi dilema entonces era si estudiar periodismo o abogacía, dos carreras que me gustaban por el perfil humanista y relacionado con las letras que encajaba con el mío. Finalmente escogí derecho y hoy soy abogado de profesión aunque también ejerzo el periodismo por oficio. Si no hubiera estudiado derecho habría estudiado periodismo.
Mis primeros pinitos periodísticos los di en la U escribiendo sobre temas académicos y la vida universitaria. Por aquella época de los años 80 la radio tuvo mucha influencia en mí. De estudiante universitario escuchaba mucha radio nacional y local; a nivel nacional RCN radio con Juan Gossain como director de noticias y Caracol con Yamid Amat dominaban la audiencia radial. A nivel local Barranquilla tenía la mejor radio comercial y estaban en su fuerte el noticiero “Forero San Miguel Informa” por emisora ABC, el del periodista Ventura Díaz Mejía “Actualidad noticiosa” que comenzaba diciendo “La ciudad necesita seriedad” emitido por emisora Atlántico Espectacular, y el más escuchado que era el radioperiodico “Informando” de Marcos Pérez Caicedo transmitido por la “la voz de Barranquilla”. La radio era muy fuerte, Telecaribe apenas nacía y no había internet ni redes sociales.
La aparición de nuevas tecnologías de la información ha hecho perder protagonismo a la radio. Con la masificación y uso del internet han surgido las plataformas digitales que emiten noticieros; los canales de youtubers, la prensa digital y las redes sociales han irrumpido fuerte relegando la radio tradicional.
Hasta hace pocos años no había prensa escrita en Riohacha. Diario del Norte apenas tiene 12 años de circulación y Guajira News acaba de cumplir tres. La aparición de estos dos medios locales de comunicación ha cambiado la forma de informarse de los Riohacheros y brindado oportunidad a periodistas de opinión de ejercer este oficio. Gracias a sus directores Ismael Fernández y Rita Pimienta tengo la oportunidad semanalmente de escribir una columna para los amables lectores de estos medios.
El periodismo de opinión es un género periodístico escrito en forma de artículo, sobre un tema o noticia de actualidad, por un autor o varios, en un medio de comunicación como prensa, radio o televisión.
Siete años escribiendo columnas me avalan como periodista de opinión. Sin embargo, para ser miembro afiliado del Colegio Nacional de Periodistas sus estatutos exigen diez años de experiencia periodística.
Según la Corte Constitucional no se necesita título académico para ejercer el periodismo, o sea, cualquier persona que publique sus opiniones en un medio de comunicación es un periodista. El tiempo de estudios del pregado de comunicación social dura entre 4 y 5 años.
No es razonable, entonces, y por tanto resulta desproporcionado el tiempo de diez años de experiencia exigido a quien ejerce el periodismo para afiliarse al CNP, pues como pueden ser diez podrían ser 15 o más, cerrando la posibilidad – no de ejercer el periodismo – pero si de agremiarse el periodista, derecho de asociación fundamental garantizado en el artículo 39 de la Constitución Política.
Los estatutos del CNP deberían estar a tono con la jurisprudencia de la Corte Constitucional, respecto a la actividad del ejercicio del periodismo, y exigir un tiempo razonable de experiencia periodística que no supere el tiempo de estudios del programa de comunicación social.
