Maku es un artista polifacético que con su canto vallenato preserva y transmite las costumbres de su etnia arhuaca.
‘Guardián que cuida a los árboles antiguos’, ese fue el nombre que el pueblo arhuaco le dio hace 45 años al actor, cantante y compositor KandyMaku; y fue bien puesto, pues Maku ha aprovechado cada espacio en la vida para hacer música ancestral con el propósito de que la gente conozca un poco de su cultura.
Pertenece a los pueblos ancestrales originarios de la Sierra Nevada, lugar reconocido como el espíritu del corazón del mundo. Nació en la comunidad arhuaca ‘Yewrwa’ y hace parte del linaje de Mamos de la casta Busintana, que se refiere a aquellos que están cerca de la claridad. Desde entonces lleva con honor el bastón de su etnia por las calles de Colombia y el mundo.
KandyMaku se ha convertido en el embajador cultural y ambiental de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada; desde muy joven sintió el llamado de compartir los conocimientos de sus ancestros, los cuales tienen su origen en las piedras, ríos, árboles y nubes. Su misión como artista es comunicar y expandir la sabiduría de la tierra por el mundo.
Para cumplir dicha misión, Maku ha experimentado múltiples facetas. Es sociólogo de profesión, actor, cantante de música vallenata, compositor, conferencista y analista, especialmente en temas sobre pensamiento ancestral desde su etnia arhuaca. A lo largo de su carrera ha participado en varias producciones de televisión y encontró en el género vallenato una forma de acercar los sonidos de su tierra a la gente.
Tiene una meta clara: hacer y mostrar al mundo su música tradicional, el folclor y la cultura vallenata, y que la misma reconozca el aporte que los pueblos ancestrales han hecho. Así ha quedado evidenciado en sus canciones como Zamaya, Tengo tengo, Avanzar, El Guardián y otras más que revelan su profundo amor por la música y la madre tierra.
Toda su experiencia y capacidad han llevado a KandyMaku a convertirse en un icono de la cultura arhuaca y ser reconocido como un embajador de sus ancestros ante el mundo. Tiene la vista puesta en lo realmente importante y afirma que todavía le falta mucho por mostrar de su amada etnia; por ello sigue haciendo música desde el corazón de Colombia: la Sierra Nevada de Santa Marta, su hogar.
El Guardián, su última canción
El reconocido cantante, actor y compositor vallenato, lanzó recientemente su último sencillo titulado “El Guardián”, de la autoría de Fernando Daza, y con el acordeón del wiwa Aris Loperena. La canción, romántica y con ritmos tradicionales, ha llegado como un torbellino a la escena musical del género, despertando elogios por su contagioso ritmo y letras que se conectan profundamente con las emociones que caracterizan al intérprete.
Desde los primeros acordes, “El Guardián” cautiva a los oyentes con su letra y la distintiva voz de KandyMaku, que combina a la perfección su tono emotivo con la energía arrolladora de la canción que cuenta el amor en todas sus dimensiones y la conexión que como personas podemos llegar a sentir con el mundo, la admiración ante la majestuosidad de lo infinito, y la emoción de sentir paz ante un sentimiento profundo.
La producción impecable resalta su habilidad para crear una atmósfera vibrante y llena de vida, lo que deja claro por qué el artista es conocido por su capacidad de experimentar con diferentes ritmos mientras mantiene su esencia única, en este caso con la música romántica. Sin duda, “El Guardián” promete ser una de las canciones destacadas del año, consolidando aún más el estatus del artista indígena como una fuerza influyente en la música vallenata, que le canta al amor, a la tierra y a la vida.
2024, un año de mucha música
Sus vivencias, cantos, composiciones y hasta frases, han llegado a todos los rincones de Colombia y otros países, gracias a su amor por la música y la madre tierra, sus contenidos en redes sociales y su majestuosa actuación en la bionovela Diomedes Díaz, ‘El Cacique de La Junta’.
Para el próximo año, KandyMaku prepara el lanzamiento de más canciones que enaltecen el folclor vallenato, pero sobre todo la majestuosidad de la tierra y la vida. Tiene 45 años de edad y se siente más que capaz y preparado para seguir recorriendo el mundo llevando con su canto vallenato la esencia de sus ancestros.