Ayer, martes 21 de enero, las calles de Riohacha y el corregimiento de La Punta de los Remedios se llenaron de familiares, amigos, colegas y vecinos que acudieron masivamente a despedir a Armando Cotes y Leana Pitre Ruiz, los esposos que fallecieron trágicamente en el incendio de su residencia el pasado sábado.


La jornada inició con una emotiva ceremonia religiosa en la Catedral Nuestra Señora de los Remedios, donde cientos de asistentes rindieron homenaje a la pareja, reconocida por su aporte a la educación y su calidad humana. “Es un día de inmenso dolor, pero también de gratitud por haber tenido el privilegio de conocerlos”, expresó un colega cercano de Armando, quien destacó su legado en las aulas.
Tras la ceremonia, los restos de Leana fueron trasladados al corregimiento de La Punta de los Remedios, su tierra natal. Allí, una multitud esperó para acompañar el cortejo fúnebre en su última morada, recordándola como una mujer ejemplar, querida por todos. “Leana deja un vacío imposible de llenar, siempre estará en nuestros corazones”, dijo una amiga de infancia entre lágrimas.

Mientras tanto, en Riohacha, el cementerio central se convirtió en el escenario de una despedida igualmente conmovedora para Armando. Familiares y amigos destacaron su dedicación a la enseñanza y su compromiso con el bienestar de sus estudiantes. “Era más que un profesor, era un amigo para todos”, compartió un exalumno.
El triste acontecimiento también generó palabras de solidaridad hacia el hijo de la pareja, un niño de seis años que resultó afectado por el incendio. Según se informó, el menor continúa recuperándose favorablemente en un centro asistencial, lo que brinda un rayo de esperanza en medio de esta tragedia.
La despedida de los esposos Cotes Pitre fue un reflejo del impacto positivo que dejaron en todos los que lo conocieron, tanto en Riohacha como en La Punta de los Remedios. Sus legados permanecerán vivos en el recuerdo de quienes los conocieron y en las generaciones que inspiraron con su ejemplo.