Este martes 21 de enero, Riohacha fue escenario de un bloqueo protagonizado por un grupo de comunidades afro de La Guajira” Los manifestantes cerraron el acceso al Aeropuerto Internacional Almirante Padilla, afectando a miles de viajeros y turistas, y generando indignación por las agresiones verbales y físicas contra quienes intentaron ingresar a la terminal aérea.
La protesta, que inició desde las primeras horas de la madrugada, paralizó la operación del aeropuerto, obligando incluso a un vuelo de Avianca a regresar a Bogotá por la imposibilidad de desembarcar pasajeros.
Según los manifestantes, su acción buscaba visibilizar lo que consideran una exclusión de las comunidades afrodescendientes en los contratos públicos del Sistema Electrónico de Contratación Pública (SECOP). Sin embargo, la ciudadanía de Riohacha criticó duramente la forma en que llevaron a cabo su protesta.
“Esto no es una lucha por derechos básicos, es una pelea por intereses económicos, por contratos. ¿Cómo justifican afectar a la ciudadanía de esta manera?”, expresó Luis, uno de los viajeros afectados.
Videos difundidos en redes sociales muestran a algunos manifestantes agrediendo físicamente a quienes intentaban cruzar el bloqueo, lo que aumentó la indignación de la comunidad. Aura, una residente de Riohacha, comentó: “Hablan de dignidad, pero están vulnerando la de los demás. Es inconcebible que quienes dicen luchar por derechos agredan a personas inocentes”.
Por su parte, Edgardo, comerciante aledaño al sector, señaló: “Esto solo demuestra que su protesta no tiene coherencia. Están reclamando privilegios económicos mientras afectan a miles de personas que nada tienen que ver con sus exigencias”.
En la protesta, los manifestantes aseguraron que su intención era reclamar atención por la presunta exclusión de las comunidades afro de los contratos públicos.
Sin embargo, un trabajador del aeropuerto, cuya identidad mantenemos en reserva por seguridad, al igual que en los testimonios anteriores donde solo hemos mencionado nombres, cuestionó este argumento y señaló: “Si realmente fueran derechos fundamentales, sería diferente, pero aquí solo están peleando por contratos. No tienen razón para perjudicar a quienes dependemos del aeropuerto para trabajar”.
La situación generó caos en la terminal y afectó la movilidad de turistas y trabajadores. Ante los hechos, las autoridades municipales fueron instadas a tomar medidas para evitar que este tipo de manifestaciones vulneren los derechos de la ciudadanía y afecten el orden público.
El rechazo de la comunidad riohachera es contundente frente a este tipo de acciones que, según ellos, rompen con cualquier propósito legítimo de lucha y dejan como saldo agresiones, afectaciones económicas y una imagen negativa para la ciudad.