“El agua es un derecho fundamental, y nuestra misión es garantizarlo en los lugares más apartados de La Guajira”: José Silva.
Con una inversión de 22 millones de pesos, el Movimiento Indígena Nación Wayuu y la empresa Wuinka rehabilitaron un molino de viento en la comunidad de Patamana, Manaure, que ahora garantiza agua constante a cerca de 50 familias wayuu y a cuatro comunidades vecinas.
Durante años, los habitantes tuvieron que caminar largas distancias para abastecerse en jagüeyes que se secaban en época de sequía, lo que afectó su salud, la subsistencia y provocó la pérdida de animales. La petición de la autoridad tradicional, Artipa Epinayú, motivó la gestión que hoy devuelve tranquilidad y dignidad a las familias wayuu.
“Lo que hay en mi corazón es alegría y agradecimiento porque Dios les tocó el corazón (…) solamente Dios los envió a ustedes para que el agua volviera nuevamente a nuestra comunidad”, expresó la lideresa en su lengua wayuunaiki.
Este proyecto hace parte de las acciones que Nación Wayuu desarrolla con aliados estratégicos en distintos territorios indígenas, donde ya ha construido y rehabilitado cinco sistemas de microacueductos.
“El agua es un derecho fundamental, y nuestra misión es garantizarlo en los lugares más apartados de La Guajira”, afirmó José Silva Duarte, director de Nación Wayuu.
Con este esfuerzo conjunto, Patamana y sus comunidades vecinas cuentan nuevamente con un recurso vital que fortalece su supervivencia, protege sus animales y asegura su derecho a vivir con dignidad.
