En el 2024, Cerrejón enfrentó 333 bloqueos, resultando en más de 134 días de operaciones detenidas.
Desde el domingo 2 de febrero de 2025, miembros del movimiento indígena Nación Wayuu han iniciado un bloqueo indefinido en la línea férrea y la entrada de Puerto Bolívar, interrumpiendo las operaciones de la multinacional Cerrejón. Los manifestantes demandan la inclusión de más comunidades en los procesos de consulta previa y una gestión transparente de las regalías en el departamento de La Guajira.
Cerrejón ha informado que, hasta la fecha, ha alcanzado acuerdos con 401 comunidades en el marco de la sentencia T-704, de las cuales 355 ya han sido cerradas tras cumplir los compromisos adquiridos. Estos incluyen más de 2.325 proyectos destinados al bienestar de las comunidades, como mejoras en infraestructura, generación de ingresos, acceso al agua y fortalecimiento cultural.

Sin embargo, la Nación Wayuu, que representa a 69 de estas comunidades, sostiene que, a pesar de los acuerdos previos, persisten incumplimientos y falta de reconocimiento de algunas comunidades por parte de la Dirección de Consulta Previa del Ministerio del Interior. Además, exigen claridad sobre el manejo de las regalías provenientes de la explotación minera, argumentando que no se reflejan en mejoras para las comunidades indígenas.
Cerrejón ha expresado su respeto por el marco normativo colombiano y ha hecho un llamado a resolver las diferencias mediante el diálogo y los procedimientos legales establecidos, evitando las vías de hecho que afectan la seguridad y el bienestar de los habitantes de la región.

Es importante destacar que, en el año 2024, Cerrejón enfrentó 333 bloqueos, resultando en más de 134 días de operaciones detenidas. En lo que va del año 2025, ya se han registrado 19 bloqueos y cuatro atentados contra la infraestructura de la línea férrea, lo que genera repercusiones económicas y sociales significativas para las comunidades, los trabajadores y sus familias, así como para el departamento y el país en general.
Las comunidades Wayuu han manifestado que mantendrán el bloqueo hasta obtener respuestas satisfactorias a sus demandas, enfatizando la necesidad de un diálogo efectivo que garantice el respeto de sus derechos y una distribución equitativa de los beneficios derivados de la actividad minera en su territorio.