En el marco del XV Cumbre del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo, Bienestar Familiar participó en el panel de expertos «Trabajo de cuidado en la migración: reconocimiento, incidencia y avances en la agenda migratoria global y regional», reafirmando su compromiso con la protección de los derechos de las personas cuidadoras, las mujeres migrantes y la niñez en contextos de movilidad humana.

Adriana Velásquez, subdirectora general de Bienestar Familiar, representó a la institución en el panel, en el que también participaron Alma Viviana Pérez, asesora regional de ONU Mujeres; Ingrid García, activista y fundadora de la Red Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz; Luz Angélica Gutiérrez, concejala migrante en el Ayuntamiento de Bilbao; y un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas.

Durante su intervención, la subdirectora Velásquez expuso una reflexión crítica sobre las dinámicas regionales de cuidado, afirmando que en América Latina y el Caribe, el trabajo doméstico y de cuidado recae de forma desproporcionada sobre las mujeres, muchas de ellas migrantes. En el caso colombiano señaló que el 17 % de la población dedicada a estos trabajos está conformada por personas migrantes, en su mayoría mujeres que encuentran en este sector, una de las pocas vías de inserción laboral, pero en condiciones de precariedad, desprotección y discriminación.

Velásquez advirtió que solo el 9.8 % de las trabajadoras del cuidado en la región acceden a una protección social integral, lo que pone en evidencia la urgencia de implementar políticas públicas con enfoque de género y de derechos que reconozcan la contribución de estas mujeres y garanticen condiciones dignas de trabajo.

Subrayó además que las cadenas globales de cuidado perpetúan desigualdades, pues mientras las mujeres migrantes cuidan en los países de destino, muchas veces deben delegar el cuidado de sus propias familias en otras mujeres, generando brechas de cuidado en sus comunidades de origen.

La participación de Bienestar Familiar en este espacio también permitió visibilizar las acciones concretas que la entidad ha venido desarrollando para enfrentar estos desafíos. Velásquez destacó el trabajo interinstitucional y transfronterizo que el Instituto lidera para proteger a la niñez migrante, fortalecer la cooperación regional y generar respuestas centradas en el interés superior del niño.
Iniciativas como la Mesa de Niñez Migrante, los programas «Tejiendo Caminos» y «Tejiendo Caminos sin Fronteras», y la articulación con entidades homólogas en países como Venezuela, Ecuador, Perú, Panamá y México, han permitido avanzar en la construcción de rutas seguras y sostenibles para las familias en movilidad.

Durante el panel, la subdirectora también señaló la importancia de pensar en un horizonte común hacia el año 2030, en el que se consoliden sistemas de cuidado públicos, comunitarios y transnacionales, capaces de garantizar derechos a mujeres, niños y niñas sin importar su lugar de origen. En sus palabras, «el gran sueño es que el cuidado trascienda fronteras, que sea un derecho reclamable por todas y todos, y que las políticas públicas reconozcan su valor, su poder transformador y su capacidad para generar bienestar colectivo».






