Este jueves 28 de agosto, el municipio de Uribia vivió una jornada ciudadana de movilización y unidad a favor de la paz, tras una nueva escalada de hechos violentos. El evento tuvo lugar apenas horas después de la liberación de Kelly Johanna Rodríguez, comerciante secuestrada la noche del sábado 23 de agosto, y en el marco del reciente asesinato de un funcionario del Ministerio del Interior.

La marcha pacífica reunió a comunidades, familias enteras, líderes sociales y autoridades locales, quienes se congregaron para enviar un mensaje claro: Uribia apuesta por la vida, la tranquilidad y el diálogo. El alcalde Jaime Luis Buitrago García expresó:
“Hoy Uribia se unió en una sola voz para decir sí a la paz, sí a la vida y sí a la tranquilidad de nuestro municipio. En una gran concentración pacífica, vestidos de blanco y con banderas en alto, enviamos un mensaje firme y contundente: Uribia rechaza la violencia y camina unida en defensa de la vida, la libertad y la esperanza. Gracias a cada ciudadano, líder, institución y comunidad que se sumó a este clamor colectivo. Unidos somos más fuertes y juntos vamos a defender la vida, la dignidad y el futuro de nuestro pueblo.”

La conmoción pública se había intensificado desde el viernes 25 de agosto, cuando fue asesinado el funcionario regional Héctor González Epieyu, hermano del exgobernador Wilmer González Brito, en un hecho que despertó repudio y preocupación. Ante la gravedad, el municipio convocó un Consejo Extraordinario de Seguridad que contó con la participación de la Policía, el Ejército, la Secretaría Departamental de Gobierno y autoridades regionales, e incluso se ofreció una recompensa por información sobre los responsables.

El secuestro de la comerciante Kelly Johanna Rodríguez ocurrió el sábado 23 de agosto durante la noche, cuando fue sacada por la fuerza de su vivienda. Su liberación se confirmó en la mañana de este jueves, antes del inicio de la marcha.
La movilización tuvo como objetivo exigir respuestas y soluciones efectivas. Los habitantes reclamaron el fin de la violencia, pidieron mayor presencia de seguridad en Uribia y expresaron su rechazo a los métodos violentos que amenazan su cotidianidad. El mensaje ciudadano dejó en evidencia el anhelo por una localidad donde prevalezcan la convivencia y la dignidad.
