Parece que fue ayer la aprobación del programa de Licenciatura en Etnoeducación y Proyecto Social por parte del Consejo Superior de la Universidad de La Guajira, pero realmente, han transcurrido 31 años luego de haberse emitido el Acuerdo 047 del 12 de diciembre de 1994, que avaló esta decisión y abrió el camino para que posteriormente en 1995, el Ministerio de Educación Nacional otorgará este registro calificado a la institución. En ese entonces y con este nuevo pregrado en su oferta académica, la Alma Máter se convirtió en una de las pioneras de este campo en el país.
María Margarita Pimienta Prieto, docente de la licenciatura y vinculada a Uniguajira desde la época en la que se constituyó esta carrera profesional, afirma que el programa de Etnoeducación comenzó mucho antes de su llegada a la universidad. “Con un grupo de compañeros y maestros como Remedios Fajardo Gómez, Luisa Pimienta Gómez y Soraya Constan, nos preocupábamos por definir una educación más cercana a las necesidades del pueblo wayuu, que visibilizara la cultura y que empezáramos a enseñar desde lo propio. A partir de allí se hicieron varias reuniones y se instaló la primera experiencia en la Escuela Kamüsüchiwo’u en Media Luna en la Alta Guajira”, explica.

Asimismo, agrega que esta idea creció hasta que en el año 1995, durante la rectoría del profesor Francisco Justo Pérez Van-Leenden, se comenzó a trabajar con un equipo de docentes para formular el programa de Licenciatura en Etnoeducación y se aperturara con unos temas específicos como la cultura wayuu y la instalación del wayuunaiki, lo que luego, pasó a tener una perspectiva mucho más abierta, con el fin de que se aprendieran a respetar otras culturas que constituían la riqueza del conocimiento y saberes existentes en el territorio.
En ese contexto, el pregrado ha transitado por diversas denominaciones: Licenciatura en Etnoeducación y Proyecto Social, Etnoeducación con énfasis en un campo disciplinar, Etnoeducación orientada a la básica primaria o media y la última y actual, Licenciatura en Etnoeducación e Interculturalidad, la cual se enmarca en un reconocimiento a la diversidad, especialmente epistémica, como anclaje de las pedagogías propias y las manifestaciones de la interculturalidad, que dan sentidos culturales a los pueblos y a las diferentes colectividades humanas.

Luz Edith Córdoba Ramírez, directora del programa manifiesta que “estar al frente de este liderazgo, representa ante todo, un compromiso con los pueblos que habitan el departamento. Esta responsabilidad me ha permitido escuchar activamente las voces y saberes ancestrales, para contribuir significativamente en la construcción de currículos propios y contextualizados”.
Advierte la académica que desde esta perspectiva, ha promovido el derecho a una educación arraigada en los territorios, orientada al fortalecimiento de la interculturalidad, conforme a lo establecido en la Constitución Política de Colombia y las normas actuales que impulsan la revitalización cultural, la autonomía de los saberes situados y la formación docente con enfoque territorial.
Conviene anotar que, la Universidad de La Guajira, a través de la Facultad de Ciencias de la Educación, ha graduado hasta la fecha a cerca de 4 mil licenciados en Etnoeducación e Interculturalidad. Además, es pertinente destacar que hoy es un referente nacional y su campo de acción ha permitido impactar y atravesar nuevas rutas hacia la investigación, la docencia, la extensión y la proyección social, al contribuir a la incorporación normativa y constitucional de la diversidad étnica como fundamento educativo.
