Trump gana segunda presidencia: ¿bueno o malo para el mundo?
Por segunda vez, Donald Trump ha ganado la presidencia de Estados Unidos, derrotando a dos mujeres en su carrera, primero a Hillary Clinton y ahora a Kamala Harris, ambas candidatas con el propósito histórico de llegar a la Casa Blanca, en una nación con más de 200 años de independencia de Inglaterra.
La posibilidad de que una mujer gobierne esta nación imperial sigue sin cumplirse, y EE. UU., una nación diversa y poderosa, ejerce con frecuencia la fuerza para dominar territorios y recursos, involucrándose en conflictos donde encuentra interés en hidrocarburos y minerales. Además, impone el dólar como moneda exclusiva en transacciones de comercio internacional.
El sistema de elección estadounidense, basado en el Colegio Electoral, mantiene una representación indirecta en la elección presidencial. Aunque este modelo tiene orígenes históricos, algunos cuestionan su vigencia en la política actual, donde el voto directo es demandado por muchos.
En la reciente elección, el Partido Republicano obtuvo una mayoría en el Congreso y la presidencia con Trump, lo que le da amplio poder para impulsar su agenda, sea esta favorable o perjudicial para el país y el mundo. La perspectiva genera incertidumbre debido al estilo áspero e impositivo de Trump, que podría afectar tanto a nivel interno como externo.
Trump planea iniciar su mandato con medidas ejecutivas, incluyendo el cierre de la frontera con México y la deportación de millones de migrantes, muchos de los cuales llegaron en busca del “sueño americano”.
Gobiernos de todo el mundo han felicitado formalmente a Trump y expresado su interés en mantener relaciones de cooperación. Sin embargo, en un contexto global marcado por tensiones, fenómenos naturales y conflictos, la estabilidad es clave. La inclinación de Trump por imponer decisiones unilaterales plantea interrogantes sobre su manejo de la política exterior.
En su postura internacional, Trump podría beneficiar a Vladimir Putin en el conflicto ruso-ucraniano y apoyar a Israel en su disputa con Palestina y Medio Oriente, afectando las posibilidades de paz. Además, con China, planea imponer aranceles y restricciones, intensificando la rivalidad comercial y el conflicto sobre Taiwán.
En América Latina, los gobiernos de izquierda en México, Brasil, Colombia y Venezuela se preparan para una relación tensa con el presidente de derecha. Además, su política de aislamiento hacia Cuba podría intensificarse. La resistencia a ser sometidos a políticas autoritarias es evidente entre estos mandatarios.
¿Será positivo o negativo el segundo mandato de Trump? La respuesta se verá al finalizar su periodo. Con una actitud endurecida por sus recientes problemas legales y juicios, se espera un liderazgo que puede estar cargado de resentimientos. Asia y Europa temen el regreso de Trump y su postura con la OTAN y el cambio climático. A nivel financiero, la moneda BRICS y Bitcoin plantean una competencia al dólar, cuestionando su dominio global.
