
Maicao es un municipio joven, en comparación con los demás municipios de La Guajira. Está ubicado en el segundo puesto después de Riohacha, en número de habitantes, sobrepasando en cabecera los 150 mil habitantes. Fue fundada el 29 de junio de 1927 por el coronel riohachero Rodolfo Morales y Tomás Cúrvelo Iguarán, pero su vida administrativa inició a partir del 13 de junio de 1955. El auge comercial despegó a finales de la década de los 60. Diez años después fue bautizada “Vitrina comercial” en alusión al mercadeo de artículos y productos extranjeros que ingresaban libremente a Maicao por puertos artesanales de la Alta Guajira y en puertos de Maracaibo.
Maicao, a excepción de los demás municipios, está ubicado en frontera terrestre con Venezuela, conformado por habitantes de diferentes orígenes y familias: criollos, wayuu, zenú, libaneses, palestinos, sirios y algunos cachacos. Los primeros pobladores procedían de Riohacha, Puerto Estrella, Manaure, Uribia, Barrancas, Fonseca y hasta venezolanos, destacándose en parentescos familiares: Gutiérrez, Cúrvelo, Iguarán, Barros, López, Guerra, Martínez, Choles, Cotes, Abuchaibe, Ortiz, Fuentes, Pinto, Aguilar, Romero, Ramírez, Palacio, Serrano, Pérez, Boscán, Díaz, Gómez, Redondo, Rodríguez, Brujes, Brito, Solano, Fernández, Márquez, Bolaño, Ballesteros, Mejía, González, Lopesierra, Hernández, Sierra, Zúñiga e Illidge, entre otros. Desplazó al corregimiento de Carraipia para hacerse municipio, cambiando la ruta en el tránsito y comercio con Venezuela. Maicao fue el centro principal de recepción y asentamientos de árabes musulmanes en Colombia. El territorio está dividido en cinco comunas y 19 corregimientos. Sus habitantes son devotos del patrono San José y de la Virgen del Carmen.
El desvanecimiento económico de Maicao se originó por los cambios políticos en Venezuela y la persecución de la DIAN, no obstante ser una zona de tránsito de mercancía y libre comercio que favorece a los municipios de Uribia, Maicao y Manaure, concentrando en Maicao el centro de comercialización. Por último, la insolidaridad y falta de organización de los comerciantes, que poco o nada emprendieron fortaleza de unidad humana para conservar solidez, por individualismos, indiferencias y confrontaciones generadoras de fraccionamientos y divisiones, debilitó intereses de luchas en beneficio común.
Maicao dejó de ser el municipio exclusivo para compras voluminosas y al detal de artículos y mercancías extranjeras, que tributaba al transportarlas a otras localidades municipales. Hoy en día, lo que únicamente se conseguía a buen precio en Maicao está en todo el territorio nacional, en mercadeo popular y tiendas comerciales. Las mencionadas circunstancias desmejoran el auge del que gozaba el municipio fronterizo, pero sigue vivito y coleando, resistiendo olas desestabilizadoras y huracanes devastadores que sirven de enseñanzas para rediseñar vías de prosperidad y estabilidad, en unidad confraternal libre de egoísmo, envidias, inconsciencia e insolidaridad, que conllevan a particularizar intereses personales, fracasos y tragedias.

No se debe considerar al municipio de Maicao como tierra de nadie. De sus hijos, nativos y adoptivos, depende el valor que le den en tiempos difíciles. El mayor porcentaje de tradición y descendencia de personas emigrantes que se asentaron por motivo comercial reside de manera permanente, agradecidos con lo que Dios les ha dado. El grave problema que les preocupa y afecta a los habitantes de Maicao es la violencia que no cesa, por falta de muchos controles frente a los combos, bandas y carteles de delincuencia común y organizada, de origen nacional e internacional.
La Policía debe implementar patrullajes diarios con drones, utilizando motos para reacción inmediata y precisa, mediante ubicaciones y seguimientos de reportes captados en cámaras y drones por cada una de las comunas. El alcalde debe globalizar en el municipio el uso de cámaras permanentes en áreas urbanas, acondicionando una sala independiente de la Policía para administrar el funcionamiento, reparar daños y reponer piezas, para que permanezcan sin apagarse. De igual manera, pedir en solidaridad la instalación de cámaras en establecimientos de comercio, conjuntos de vivienda, servicios públicos, colegios, establecimientos de salud, canchas deportivas y todos los inmuebles de propiedad privada, como una forma de prevenir acciones delictivas, acorralar, desactivar o neutralizar a los actores delincuentes del crimen.
En elecciones populares de alcaldes, a diferencia de los demás municipios donde se presumen ganadores quienes compren votos o gasten más plata, se han experimentado muchos “palos políticos”, pero los alcaldes elegidos no han respondido a las expectativas esperadas, decepcionando a quienes los eligen por causa de corrupción. Algunos pregonan en campaña que acabarán con la corrupción, pero gobernando exigen a contratistas un porcentaje que puede oscilar hasta un 30 % del presupuesto del contrato, apropiándose del anticipo. ¿Qué obras terminadas se pueden esperar de una administración perversa donde el alcalde se apropia del anticipo o roba parte del presupuesto de ejecución? De ahí tantos elefantes blancos de obras inconclusas, por mala fe de mandatarios que gobiernan indignos.
El nuevo alcalde de Maicao, Miguel Aragón González, está dedicado de manera silenciosa, discreta y sin polémicas al manejo de su gobierno, pero activo, dedicado a buscar soluciones a una cantidad de contrataciones incumplidas, no obstante haber gastado los recursos destinados. En su último año de gobierno tiene a su cargo la celebración del centenario de la fundación del municipio de Maicao, para presentar el inventario detallado de obras retomadas y ejecutadas en el actual gobierno. Estarán rescatadas del abandono: plazas de eventos, cancha 20 de Julio, obras sanitarias en los barrios Loma Fresca y San Martín, Hogar Geriátrico, Tele Maicao, estadio de fútbol Hernando René Urrea y una serie de redes subterráneas de servicios y pavimentaciones en diferentes barrios.
La administración del alcalde Aragón González va a ejecutar programación contractual conforme al Plan de Desarrollo. Buscará apoyo entre los congresistas a fin de que aprueben una ley dedicada a la conmemoración de los 100 años del municipio de Maicao (29 de junio de 2027) y se aprueben recursos de inversión nacional. El alcalde comenzó por rescatar el civismo en los planteles educativos, en honor a los símbolos patrios y días conmemorativos nacionales y locales. Sorteó y resolvió problemas en la educación, logrando avances significativos que de verdad se notan, en comparación con cuando ese sector no está bien atendido y sus reacciones alteradas e inconformes embullen en el ambiente.
El alcalde es una persona abierta al diálogo y a escuchar, atendiendo amablemente a quienes lo buscan, reservando espacios de comunicación con el público, de igual forma con su equipo de trabajo, doblando acciones de labores en las secretarías de Obras, Planeación, Hacienda y Oficina de Contratación, por causas de revisiones en contrataciones. Maicao requiere implementar deportes, recreación y cultura, en diversas variedades que sirvan para transformar el modus vivendi y mejorar las condiciones violentas que aterran. El alcalde Miguel Aragón promete grabar huellas ejemplares con sus obras terminadas.