Edicion julio 3, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

La Guajira: ¿Un oasis de riqueza en un desierto de pobreza?

La Guajira: ¿Un oasis de riqueza en un desierto de pobreza?
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Columnista - Dorafanny Vargas Correa
Columnista – Dorafanny Vargas Correa

 La Guajira, departamento del Caribe colombiano, celebra 60 años de existencia administrativa. Se le conoce por sus impresionantes paisajes, su riqueza cultural y, paradójicamente, por ser uno de los territorios con mayores índices de pobreza en el país. Esta dicotomía entre la abundancia de recursos naturales y las precarias condiciones de vida de sus habitantes es una realidad que exige un análisis profundo y una urgente intervención.

Desde hace décadas, La Guajira ha sido un pilar fundamental en la economía colombiana gracias a la explotación de sus recursos naturales. El carbón de El Cerrejón, el gas de Chuchupa y la sal de Manaure han generado miles de millones de pesos en regalías, dineros destinados, en teoría, a impulsar el desarrollo regional y mejorar la calidad de vida de sus pobladores. Sin embargo, la realidad dista mucho de esta promesa.

Regalías: Un Flujo Constante, ¿Un Impacto Inexistente?

Aunque es difícil obtener cifras exactas y consolidadas de todas las regalías recibidas por La Guajira a lo largo de 60 años por los conceptos de carbón, gas y sal, se estima que las sumas son monumentales. El Cerrejón, por ejemplo, ha sido por años una de las minas de carbón a cielo abierto más grandes del mundo, generando importantes ingresos para el departamento y el país. Lo mismo ocurre con la explotación de gas natural y la producción de sal, actividades que han aportado cifras significativas a las arcas departamentales.

Entonces, la pregunta que surge es inevitable: ¿en qué se han invertido estos vastos recursos durante seis décadas? A pesar de la inmensa riqueza generada, La Guajira sigue padeciendo de problemas estructurales graves:

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Pobreza Extrema: El departamento consistentemente registra algunas de las tasas de pobreza y pobreza extrema más altas de Colombia, afectando de manera desproporcionada a las comunidades indígenas.

Educación deficiente : La calidad educativa es deficiente, con altos índices de deserción escolar y poca cobertura, especialmente en zonas rurales y apartadas.

Escasez de Agua y Saneamiento Básico: Paradójicamente, en un territorio que ha aportado tanto al desarrollo energético del país, el acceso a agua potable y servicios de saneamiento básico es precario para gran parte de su población, lo que genera graves problemas de salud pública.

La Paradoja de la Riqueza

La Guajira es un claro ejemplo de la “paradoja de la abundancia” o la “maldición de los recursos naturales”, donde territorios ricos en materias primas terminan sumidos en la pobreza debido a la mala gestión, la corrupción, la falta de planeación y la inequidad en la distribución de los beneficios. Es evidente que los recursos de las regalías no se han traducido en un desarrollo sostenible y equitativo para el pueblo guajiro. La inversión no ha logrado cerrar las brechas sociales, ni construir una infraestructura que garantice bienestar a sus habitantes.

¿Qué Falta para que La Guajira se Yerga Orgullosa?

Para que La Guajira se levante orgullosa de las riquezas que habitan en sus entrañas, es imperativo un cambio de rumbo drástico y contundente. No se trata solo de recibir más recursos, sino de asegurar que estos se inviertan de manera eficiente, transparente y equitativa, en beneficio de sus verdaderos dueños: el pueblo guajiro.

Se requiere:

1. Transparencia y Lucha Contra la Corrupción: Es fundamental erradicar la corrupción que ha desviado y malgastado los recursos destinados al desarrollo. Se necesitan mecanismos de control rigurosos y una ciudadanía vigilante.

2. Planificación Estratégica y Sostenible: Inversiones a largo plazo en educación de calidad, infraestructura hídrica y de saneamiento, salud y proyectos productivos que diversifiquen la economía y generen oportunidades para todos.

3. Participación Ciudadana Activa: Empoderar a las comunidades para que sean partícipes en la toma de decisiones sobre la inversión de las regalías y la fiscalización de los proyectos.

4. Priorización de las Necesidades Básicas: Garantizar el acceso universal a servicios básicos como agua potable, saneamiento, energía y educación de calidad, sentando las bases para el desarrollo humano.

5. Desarrollo con Identidad: Respetar y potenciar la cultura y las tradiciones de las comunidades indígenas y afrodescendientes, integrándolas en el desarrollo del departamento.

La Guajira tiene el potencial de ser un faro de prosperidad en el Caribe. Sin embargo, para que esto ocurra, se necesita un compromiso genuino de todos los actores: gobierno, sector privado y sociedad civil, para transformar la riqueza del subsuelo en bienestar para cada guajiro y guajira. Es hora de que los 60 años de riquezas se traduzcan, por fin, en los 60 años de orgullo y prosperidad que este departamento merece.

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