Edicion julio 3, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

Las Palmas, pasado y presente de una comunidad con futuro

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Columnista- Fabio Olea Massa (Negrindio)
Columnista- Fabio Olea Massa (Negrindio)

“Yo soy el gavilán mayor que en el espacio soy el rey” El Gavilán Mayor – Diomedes Díaz

En La Guajira, la emblemática canción “El Gavilán Mayor”, de Diomedes Díaz, está íntimamente ligada al pueblo de Las Palmas, corregimiento de Riohacha ubicado en las faldas de la Sierra Nevada. La canción es un homenaje a Raúl Gómez Castrillón, oriundo de esta comunidad afrocolombiana, reconocida por la bondad de su gente y dedicada a la agricultura y la ganadería, con el cultivo de la yuca como principal actividad económica.

Las Palmas, encantador pueblo bañado por los ríos Tapias, San Francisco y Ríito, y rodeado de exuberante naturaleza, debe su nombre al cultivo de la palma de corúa, tradicional material para la construcción de sus techos. Su fundador, el patriarca Rafael María Gómez, líder y benefactor apasionado por la música y las fiestas culturales, dedicó su vida al bienestar de la comunidad.

Antes de la bonanza marimbera de los años setenta, esta comunidad vivía en paz y armonía. La década de 1980 y parte de la de 1990 estuvieron marcadas por la presencia de grupos armados ilegales en la Sierra Nevada. Hoy, recuperada la paz, sus habitantes cultivan la tierra con optimismo, solidaridad y unidad, valores que definen su identidad.

La prosperidad llegó a Las Palmas con el auge del contrabando de marihuana. Cada envío exitoso a Estados Unidos se celebraba con fastuosas fiestas, opulentos banquetes, Old Parr y la música de agrupaciones vallenatas como Binomio de Oro, Diomedes Díaz, Jorge Oñate y Los Zuleta. La vida de sus habitantes cambió radicalmente; el burro dejó paso a la camioneta Ranger, que, junto a la pistola en la cintura, se convirtió en símbolo de estatus y poder. De aquella época dorada solo quedan los recuerdos y las leyendas, entre ellas la de Raúl Gómez, el “Gavilán Mayor”, un hombre sociable, mujeriego y fiestero a quien su amigo Diomedes Díaz, “El Cacique de la Junta”, describió así: “El de la pluma marrón, porque heredé de mi padre la corona del mayor”.

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Las Palmas, favorecida por su fértil suelo y abundante agua —tres ríos irrigan sus tierras—, posee un gran potencial para convertirse en una despensa agrícola de La Guajira, con capacidad para producir alimentos y carne a gran escala. Sin embargo, su pleno desarrollo socioeconómico depende de una inversión conjunta y coordinada de los gobiernos nacional, departamental (Guajira) y distrital de Riohacha, priorizando la infraestructura y programas sociales que mejoren la calidad de vida y atiendan las necesidades más urgentes de la comunidad.

La vía de acceso al pueblo está en malas condiciones, volviéndose intransitable durante la época de lluvias, lo que impide la salida y comercialización de los productos. A pesar de contar con abundantes fuentes hídricas, no tiene acueducto que suministre agua potable. Es urgente mejorar el saneamiento básico para prevenir enfermedades, especialmente en la niñez. Necesita un puesto de salud equipado y con personal médico permanente, evitando así el traslado de pacientes a Riohacha en situaciones de emergencia. Las viviendas no disponen de gas domiciliario. Hay que ampliar la cobertura y los niveles educativos de la institución etnoeducativa y traer al SENA para formar técnicos en los sectores agrícola y pecuario, aprovechando el potencial económico de la región.

El Estado debe asegurar el acceso efectivo de la comunidad a programas sociales y fomentar proyectos productivos, facilitando el acceso a créditos asequibles para campesinos y pequeños productores. Además, debe brindar asistencia técnica —a través de la UMATA y la Secretaría de Desarrollo departamental— y promover la adopción de tecnología e insumos para aumentar la productividad pecuaria y agrícola.

La comunidad de Las Palmas está organizada en el Consejo Comunitario “Rafael María Gómez”, representado por el líder comunal Luis Suárez, quien ha tocado puertas en busca de la colaboración del gobierno para que la gente acceda a recursos y programas que mejoren su calidad de vida, tanto individual como colectivamente. Siendo una población afrodescendiente, la comunidad requiere una atención especial en la implementación de políticas públicas.

Entre sus tradiciones culturales destacan las fiestas patronales en honor a Santa Teresa de Jesús, celebradas el 21 de enero con una procesión por las calles del pueblo. Su privilegiada ubicación, próxima a la Sierra Nevada, atrae visitantes y promueve el ecoturismo.

Las Palmas, con sus hermosos paisajes y rica cultura, ofrece una cálida hospitalidad. Sin embargo, el abandono por parte de las autoridades ha relegado a la comunidad a una situación crítica. Se urge la inversión social para superar este estado de abandono, permitiendo a sus habitantes contribuir al crecimiento económico regional y dejar atrás un legado de violencia y actividades ilegales. Mejorar su calidad de vida es fundamental para el progreso y la paz social de la región.

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