La ONG exige garantías para una transición energética con justicia territorial.
El Movimiento Indígena Nación Wayuu se pronunció en rechazo a los recientes hechos de violencia ocurridos en distintos puntos del territorio guajiro, que enlutan a las comunidades y profundizan el miedo y la zozobra en la región.
Los hechos se registraron apenas horas después de que el ministro de Minas y Energía y su equipo instalaran su oficina en Riohacha, anunciando el reinicio de 20 proyectos de energía eólica en La Guajira bajo el mensaje de una ‘transición energética justa’.
“Desde Nación Wayuu, organización indígena y defensora de los derechos humanos, se saludó el anuncio del Gobierno Nacional como un paso importante para el país y el territorio. Sin embargo, se advirtió que no puede haber justicia energética sin justicia territorial, y que la implementación de estos proyectos debe estar acompañada de garantías reales de seguridad y participación para las comunidades indígenas”, informó la ONG.

Asimismo, indicó el director del Movimiento Indígena Nación Wayuu, José Silva Duarte que “el pueblo Wayuu ha sido injustamente estigmatizado y señalado como enemigo del desarrollo, cuando lo que hemos exigido históricamente es respeto, inclusión y que cualquier proceso en nuestros territorios se construya desde la dignidad y la vida”.
Para Nación Wayuu, resulta inaceptable que la transición energética avance en medio del conflicto armado, el miedo y la sangre derramada. Por ello, hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional y a las autoridades competentes para que actúen con contundencia frente a la situación de violencia que enfrenta La Guajira.
“El Estado no puede limitarse a incluirnos en los proyectos energéticos; debe garantizar condiciones de seguridad, convivencia y respeto por los derechos colectivos. No se puede hablar de desarrollo mientras nuestras comunidades siguen siendo víctimas de la violencia”, puntualizó Silva Duarte.
Finalmente, Nación Wayuu reiteró su compromiso con el futuro energético del país, pero insistió en que ese futuro solo será posible si se construye desde la paz, la vida y el respeto a los pueblos originarios.