Edicion agosto 21, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

UNA VIDA QUE BUSCA EL PERDÓN Y LA GRACIA

Publicidad

Comparte

UNA VIDA QUE BUSCA EL PERDÓN Y LA GRACIA

  1. Preguntó David: “¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl a quien pueda yo favorecer por amor de Jonatán?” 2 Samuel 9.
Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán
Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

Después de afirmar su reino, David recuerda el pacto que ha establecido con Jonatán. Es muy fácil olvidarse de las promesas pasadas una vez se ha alcanzado el poder, pero David busca la descendencia de Jonatán para cumplir su promesa. Llama a Siba, un siervo de la casa de Saúl y le pregunta por los sobrevivientes. Deja claro que no es para exterminarlos, sino para favorecerlos.

Siba responde que aún queda un hijo de Jonatán; y rápidamente aclara que es lisiado de los pies para señalar que no será una amenaza para el reino. En seguida, Mefi-boset que vivía escondido en casa de Maquir, al otro lado del Jordán, es traído al palacio de David, en Jerusalén. Así cumple David el pacto con Jonatán.

Mefi-boset se postra sobre su rostro, en reverencia ante David. David le llama por su nombre y Mefi-boset se refiere a sí mismo como su siervo, dispuesto a someterse a su autoridad. David explica que su deseo es devolver a Jonatán el favor recibido. Le devolverá todas las tierras de la casa de Saúl, y él podrá comer con él, en su mesa todos los días de su vida.

Publicidad

Con las tierras, Mefi-boset volverá a tener parte de las riquezas y el poder que disfrutaron sus padres; y al sentarse en la mesa del rey, gozará de los mismos privilegios de los nobles. Jonatán resultó ser un hombre sabio, por haber obedecido a la voluntad de Dios. Si bien no pudo salvar su vida, si lo hizo con la vida de su hijo.

David pasó por muchísimo sufrimiento y aflicciones a causa de Saúl hasta llegar a ser rey. Sin embargo, nunca prestó atención a los errores de Saúl ni se desquitó con la familia de él. De hecho, deja que Mefi-boset, hijo de Jonatán, siempre coma a su mesa por todo el amor que recibió de Jonatán cuando eran jóvenes. Aquí podemos meditar sobre el perdón y la gracia.

Un cristiano es un pecador imperdonable que recibió la gracia de Dios y la bendición de ser Su hijo. Por eso debemos aceptar con amor a quienes no podamos perdonar y debemos formar una comunidad de amor porque así es como debe ser la verdadera iglesia.

El fiel que reconoce la soberanía de Dios recuerda la gracia que recibió y vive perdonando y compartiendo Su gracia.

¡FELIZ AÑO NUEVO, 2025. Dios les guarde.

Publicidad

úLTIMAS NOTICIAS

Noticias Más Leídas

Publicidad
Publicidad