La verdad vencerá en Venezuela
Al presidente Nicolás Maduro Moros no le queda otra opción que aceptar la derrota popular frente al triunfo de Edmundo González Urrutia, sin olvidar las gloriosas victorias electorales en períodos pasados, apoyadas por los estratos medios y bajos. En esta ocasión, estos sectores cambiaron de orilla, asfixiados y limitados en libertades, impulsando el éxodo de emigrantes hacia otras naciones en busca de oportunidades y de mejorar sus condiciones de vida, exponiéndose a toda clase de adversidades, inclemencias y riesgos en aventuras sin rumbo cierto. Aquellos que ayer elegían al presidente Nicolás Maduro, el domingo 28 de julio, eligieron ampliamente al candidato que representa la oposición al gobierno, Edmundo González.
No se puede desconocer una realidad palpable, demostrada en pruebas que deben desvirtuarse con otras pruebas idóneas, sin manipulaciones, lo cual hasta ahora no se ha reflejado y tiene que ver con las actas de escrutinio de cada una de las mesas de los puestos de votación en estados, municipios, parroquias, consulados, etc. Alegan que hackearon la página del Consejo Nacional Electoral de Venezuela y que está caída. De ser así, ¿de dónde sale el resultado de los dos boletines emitidos, en los cuales resulta ganador el presidente Nicolás Maduro con 53.90%, frente al 43.60% de Edmundo González?
La oposición alcanzó a acumular el 81% de las actas suscritas, cuya sumatoria contradice el resultado de la autoridad electoral CNE, que está en mora de publicar las actas que respaldan el resultado, declarando la reelección de Nicolás Maduro, lo que ha originado masivas protestas populares que han llevado a la destrucción de estatuas del líder socialista y presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías. La mentira jamás podrá vencer la verdad.
En manifestaciones previas a la elección, el presidente Maduro expresaba que la reelección la ganaba a las buenas o a las malas. A las malas sería violar la democracia e implementar una dictadura. ¿Qué gracia tiene llevar a cabo elecciones populares para que después el gobernante las desconozca cuando no le favorezcan? El resultado electoral que publicó el CNE fue manifestado por el presidente Maduro, refiriéndose a una encuesta que lo favorecía. Se presume que consistía en el plan “B” para superar la derrota, que inconscientemente desveló perversas intenciones utilizadas para defraudar, engañar y perpetuarse en el poder, con pandillas y camarillas de la oligarquía socialista, autores de la anarquía político-social que impera y afecta a los habitantes de la República Bolivariana de Venezuela.
¿A quién podrá convencer el presidente Maduro sobre la legitimidad del triunfo electoral? ¿Cómo lo prueba para aferrarse al gobierno por un término de 6 años? ¿Cómo quitarse de encima las protestas populares callejeras, censuras y desprestigio internacional? ¿Oprimiendo, intimidando, persiguiendo opositores, para torturarlos, encarcelarlos o asesinarlos? La verdad descubierta y demostrada desatina y atolondra a los mentirosos, mortificando a los intocables que se desbordan de iras, lanzando amenazas e improperios para ocultar la verdad.
Estados Unidos prefiere, antes que reconocer el triunfo de Edmundo González o de Nicolás Maduro, verificar los resultados de las pasadas elecciones para lograr una transición pacífica que inicie un nuevo gobierno diferente al de Nicolás Maduro, quien ostenta la condición de presidente hasta el 10 de enero de 2025, porque aún está en el derecho de terminar el periodo de gobierno y reconocer al sustituto que logró obtener la mayor votación en todos los estados federales de Venezuela.
El sistema electoral de Venezuela es excelente, como muy pocos en los continentes, se utiliza de manera práctica y sencilla de operar, de forma mixta, electrónica y manual, donde los votantes se identifican, se abre la página, aparece el tarjetón, se señala al candidato por quien se va a votar, se verifica para confirmar, si se equivoca puede retroceder y corregir el error, al terminar el sistema reporta la constancia del voto para depositarlo en una urna, al final el conteo de votos depositados debe coincidir con el registrado en el sistema electrónico.
El sistema electoral cumplió su función y arrojó resultados que no favorecían la reelección del presidente Maduro, por esa razón fueron apartados del cómputo, imponiendo otro resultado ficticio, en donde funge el presidente Maduro como ganador, cuando no es cierto, porque no han demostrado las actas de escrutinio que avalen y validen los resultados divulgados por el Consejo Nacional Electoral.
Los presidentes de Brasil, Luis Ignacio Lula Da Silva, de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Colombia, Gustavo Petro, de tendencia de izquierda y vecinos fronterizos, en atención a un pedido del gobierno de Estados Unidos, buscan mantener un diálogo con el presidente Maduro y plantear espacios de transición pacífica, en consideración de los resultados verificados, validados y amparados con actas de escrutinios que aún no han sido publicadas por el CNE.
La delegación a los presidentes, por afinidad política y la aceptación de estos, de hecho, genera prudencia y neutralidad, no comprensibles para muchos, que criticaron sus comportamientos, tratándolos de tibios, porque no se habían pronunciado, reconociendo el triunfo de Edmundo González, ni habían aprobado una resolución contra Venezuela en la OEA, cuya organización no produce efecto en el citado país, porque no es miembro de la organización.
Los venezolanos, en vez de emigrar a otros territorios externos, más bien deben retornar a defender la patria, atrapada y secuestrada por el dictador Nicolás Maduro. De la férrea decisión popular depende la salida del presidente, que se atrinchera con los cuerpos armados para continuar gobernando, con más dureza, fuertes controles y limitaciones de libertad, persiguiendo y reprimiendo opositores, oprimiendo con castigos a aquellos que se voltearon, ejerciendo venganza y terrorismo de estado para horrorizar e imponer el pánico y humillar al pueblo. Declaren un paro cívico nacional indefinido y resistan hasta que el presidente prescinda de continuar gobernando, sin lugar a duda, tendrán mucho apoyo y respaldo internacional.
Las dictaduras, de donde provengan u originen, son malditas. Por las buenas, no creo que el presidente de Venezuela entregue el mandato al nuevo gobierno. La verdad vencerá a los engaños y mentiras. En democracia se vence con inteligencia, razón, persistencia y resistencia, frente a competencia, derechos, miedo y temor a brutalidades.