34. Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”.
Marcos 8.
Debemos conocer a Jesús para andar por el camino de la fe. Después de oír la confesión de Pedro en la que reconoce a Jesús como el Cristo, el Señor les advierte a sus discípulos que no deben hablarle a nadie sobre esto. Si bien Pedro tenía cierto conocimiento sobre su identidad, todavía piensa que él será un poderoso líder militar y político. Jesús dice por primera vez en forma pública, que padecerá hasta morir, pero que resucitará al tercer día.
En griego, utiliza el verbo auxiliar dei, para hacer énfasis que es necesario que suceda. El camino que Dios estableció para que Jesús fuera el Cristo era morir en la cruz y resucitar de la muerte. Por este motivo, reprende a Pedro cuando este trata de impedírselo, y lo llama Satanás. Podemos tener una vida de fe cuando rechazamos las tentaciones humanas.
Ser discípulo significa aprender a ser como Jesús, tomar la cruz y negarse uno mismo para seguirle. Debemos renunciar a nuestra voluntad y deseos por la voluntad del Señor, y cargar con nuestra cruz y seguirle, dispuestos a sufrir oprobio, y escarnio hasta la muerte por Dios.
Porque nadie que se avergüence de la Palabra de Jesús puede ser su discípulo; pero, quien se niegue a sí mismo y cargue con su cruz,será llamado discípulo y tendrá vida eterna. No solo esto, sino que será testigo de la gloriosa transformación de Jesús, su resurrección y ascensión por el poder del Espíritu Santo y la evangelización mundial.
Después de que Pedro afirma que Jesús es el Cristo, el Señor anuncia su muerte y su resurrección. Si bien los hombres viven para los asuntos del mundo y las necesidades del cuerpo, el discípulo vive para la obra de Dios, obedeciendo a su deber. Jesús, Hijo de Dios, vino al mundo para entregar su vida por nosotros.
Tal como Él se entregó humildemente y vino al mundo como un siervo para cumplir con la voluntad de Dios (Filipenses 2:6-8), el discípulo que sigue este rumbo debe servir desde lo más bajo.
A pesar de que el camino de la cruz es el camino del sufrimiento y la muerte, es la verdadera bendición que al final nos lleva hacia la vida eterna. El discípulo sigue el camino de la cruz sabiendo que Jesús es el Hijo de Dios y el Cristo. Dios les guarde.