1. Respondió Bildad, el suhita, y dijo:
2. ”El señorío y el temor están con él, que hace la paz en las alturas”.
Job 25.
No es posible comparar al Dios Soberano con la pobre vida de los hombres. Brevemente, Bildad responde a Job, convencido de que los hombres son como gusanos, que están muy lejos de la soberanía absoluta y la omnipresencia de Dios. ”El señorío” se refiere a un gobierno indirecto, en el cual, un gobernador de menor rango, domina en Su lugar.
Pero el origen de ese gobierno se encuentra en Dios. Y ”El señorío” de Dios es tan preponderante, que provoca ”temor” entre los hombres. ”La paz” se refiere a la perfección y firmeza, la fuente del orden y la seguridad de Dios en el universo. Nadie está exento del vasto gobierno y señorío de Dios. Bildad pone énfasis en el temor y el señorío de Dios, con el fin de criticar a Job, quien, según él, trata de quebrantar el orden del universo, sosteniendo su inocencia.
Bildad niega la inocencia sostenida por Job, porque nadie puede considerarse inocente ante el señorío y la autoridad de Dios. El poder de Dios se manifiesta por medio de la pureza y la justicia. Si ni la luna ni las estrellas resplandecen ante la perfecta pureza de Dios, ¡cuánto menos el hombre podría ser puro aun desde que nace! La palabra gusano se refiere a la muerte, porque ningún hombre está libre de morir y volver al polvo de la tierra. Bildad insiste en que es imposible que Job restaure su fama debido a que, siendo hombre, es impuro e insignificante ante Dios.
Sin embargo, ante el gran poder y señorío del Creador, el salmista se maravilla de que Dios ”tenga memoria” de un ser tan pequeño como el hombre (Sal. 8:4-5). Ciertamente el hombre es insignificante ante Dios pero, en Su gracia, Él lo llama a vivir como rey y lo reviste de Su poder.
Todo conocimiento acarrea un resultado. El buen conocimiento contribuye para mi beneficio, y de los demás, pero el conocimiento que busca lucir a uno mismo puede lastimar el resto. En la vida de fe del cristiano se necesita el conocimiento correcto sobre Dios. No obstante, si sólo comprendemos la fe como conocimiento, termina siendo una fe deteriorada que bloquea la gloria de Dios. Por más grande y amplio que sea nuestro conocimiento sobre la Biblia y Dios, si no salvamos una vida, o no somos de ayuda, es peor que no tener fe.
Además, la sabiduría que conoce a Dios no debe terminar sólo en la inteligencia, sino debe influenciar en la relación con Dios. El conocimiento correcto sobre Dios hace que gocemos de Su amistad, y nos transforma a Su personalidad. Dios desea intimidad con nosotros y compartir un amor aun más profundo. Su gloria, Su sabiduría y Su poder entrarán en nuestras vidas con mayor grandeza y profundidad, para que podamos acercarnos más a Él.
Día a día deseamos que se llene de la sabiduría que conoce a Dios, y viva una vida sagrada que proclame y demuestre la soberanía de Dios. Bildad afirma que Dios, quien posee el señorío y temor, hace paz en las alturas. Dios les guarde.
