37. “Pero Absalón huyó y fue a refugiarse junto a Talmai hijo de Amiud, rey de Gesur. Y David lloraba por su hijo todos los días”.
2 Samuel 13.
No hay un dolor más grande para un padre que la muerte de su hijo. David oye una trágica noticia, que Absalón acaba de matar a todos los príncipes. Rasga sus vestidos y se echa en tierra. Jonadab le consuela, sugiriendo que Amnón habría sido el único afectado, por lo que le había hecho a Tamar. Pronto, llegan los demás príncipes salvos, según el razonamiento de Jonadab.
Es posible que haya previsto la muerte de Amnón en manos de Absalón por causa de odio. No obstante, Jonadab no es más que un consejero falso, adulador, que terminó llevando a Amnón a la muerte. Con el ejemplo de la astucia de Jonadab y los errores cometidos por David, Dios nos enseña lo trágico que puede ser el fin de los necios.
Después de matar a Amnón, Absalón huye de la presencia de su padre a Gesur, la tierra natal de su madre. Por otro lado, David llora por el difunto Amnón todos los días. *Llorar* (v. 37) en hebreo *aval* significa también *lamentar o sufrir*. Pasados cerca de tres años, se consuela de la muerte de Amnón y siente un deseo creciente de ver a Absalón.
Ninguna tragedia hubiera ocurrido en su familia si David hubiera discernido sabiamente el plan de Amnón o hubiera disciplinado correctamente a Amnón por el daño provocado a Tamar. Pero debido a una decisión necia de David, comienza el juicio declarado por Dios contra su casa. El *juicio* divino tiene relación con las *decisiones* del hombre. Desechemos, pues, la necedad, para buscar la sabiduría.
Un hombre de Dios discierne el pecado y actúa con responsabilidad ante esto. No obstante, Jonadab no siente ninguna responsabilidad por el terrible crimen que provocó con su estrategia engañosa. Debemos tomar a Jonadab como ejemplo de lo que no debemos hacer y vivir una vida honesta que se hace responsable de sus palabras y acciones.
Además, debemos poner en práctica un amor basado en la justicia. Si no podemos tratar el pecado con justicia y lo dejamos pasar, dejándonos llevar por las emociones humanas, será un problema más grande aún. Ignorar el pecado y pasarlo por alto es ser irresponsable. *Recordemos que el amor basado en la justicia edifica correctamente a la comunidad. Dios desea que consideremos al pecado como y lo resolvamos correctamente*. Dios les guarde.