Edicion octubre 6, 2024

El señor, mi único consuelo

Comparte

19. “En los cielos está mi testigo y mi testimonio en las alturas”.
Job 16.

Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán
Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

Los hombres de fe se pueden lamentar por vivir injusticia o situaciones inesperadas, pero no apartan su vista de Dios. Aunque este pasaje es una lamentación de Job, no hay duda de que su esperanza está puesta en Dios. *”¡Tierra, no cubras mi sangre ni haya en ti lugar para mi clamor!”* nos recuerda al versículo que dice: *”La voz de la sangre de Abel clama desde la tierra”* (Gn. 4:10).

Sus palabras se basan en un principio: Dios castiga al que comete maldad. Aunque Job señala que Dios está en su contra (Job 16:7-9, 12-14), también lo reconoce como testigo y mediador (Job 16:19) de su vida. Él sabe que nadie, aparte de Dios, puede certificar su justicia.

Publicidad

Job le revela a Dios la desesperante situación que le ha causado tanto dolor, confesando también que no sabe qué hacer. Se siente agobiado, sin fuerzas, ya cerca de su muerte. El dolor crece por la compañía de aquellos que se burlan de él. En lo único que puede poner su esperanza es en la ayuda de lo alto, por eso, le pide a Dios que sea su fiador (Job 17:3, garante).

También fue fiador Judá cuando le pidió a José (gobernador de Egipto) que le permitiera quedarse en el palacio en lugar de su hermano menor, Benjamín, para que este pudiera volver con su padre. Job pide a Dios que sea su fiador, ya que sabe que Él es el causante de su aflicción y, al mismo tiempo, el único que puede solucionar todos sus problemas.

A lo largo de nuestras vidas sufrimos por distintos problemas. A veces, nos inquietamos emocionalmente, porque no tenemos a nadie que nos entienda y se compadezca; otras veces, nos frustramos al quedar lastimados por las críticas y acusaciones de aquellos en los que más confiamos.

Publicidad

La mejor manera de no frustrarnos en medio de la desesperanza, pensando que nadie nos defiende ni nos protege, es dejar que el Padre eche raíces en nuestro corazón. Entonces, Dios, que es nuestro único consuelo y refugio, nos dará una paz que el mundo no puede darnos.

*En medio de la desesperanza, en la que no podemos confiar en nadie, Dios es nuestro único consuelo. El Señor, mi único consuelo*. Dios les guarde.

noticias relacionadas

Consulta Virtual

¿Considera que el turismo es el principal potencial de La Guajira?

ULTIMAS NOTICIAS