Su nombre es Yarleidy Sanabria, una subintendente cuya historia se ha hecho viral gracias a unas fotos que muestran algunas de las obras que ha hecho en el pueblo. Una de ellas es la de ayudar a un vendedor ambulante a recoger su mercancía que se le había caído en la carretera, evitando que fuera dañada por los vehículos o robada por otras personas.
Otra de las fotos muestra cómo la mujer policía se quedó con un anciano llamado Luisito, que no tenía familia ni documentos y que dormía en la calle, hasta que logró ubicarlo en un lugar seguro y digno.
La mujer policía le brindó amor y atención, e incluso logró que le entregara su machete, que era su única posesión y defensa.
Pero estas no son las únicas acciones que la mujer policía ha hecho en Mingueo. También se ha dedicado a orientar y apoyar a los niños y jóvenes del pueblo, participando en programas educativos, culturales y recreativos. Además, ha colaborado con las empresas, las juntas comunales y el colegio, aportando su granito de arena para que cada evento salga muy bien.
La comunidad de Mingueo está muy agradecida con la mujer policía y la considera una heroína anónima, que no busca reconocimiento ni dinero, sino que actúa por amor y vocación. Muchos líderes del pueblo han expresado su admiración y respeto por ella, y le han pedido que siga siendo una buena persona y una buena funcionaria.
Esta es la historia de la mujer policía que llegó a Mingueo y que cambió la vida de muchos con su bondad y su compromiso. Una historia que nos inspira y nos recuerda que hay personas que hacen la diferencia en el mundo.