La violencia en Riohacha ha mostrado un preocupante aumento al inicio del Año Nuevo, con un total de seis homicidios, cuatro en la zona rural y dos en la urbana, lo que representa una alta tasa de muertes violentas.
El año comenzó con un asesinato el 1 de enero en un estadero en el corregimiento Camarones, donde una discusión escaló a violencia física, dejando una persona muerta y otra herida. La madrugada del 2 de enero, un hombre fue asesinado a tiros en un establecimiento público, estando acompañado de una mujer.
El 5 de enero, un mecánico de motocicletas fue atacado a balazos en su lugar de trabajo y rematado en el suelo por el atacante; en este mismo incidente, un expolicía resultó herido. El día siguiente, se encontró el cuerpo torturado y baleado de un joven en la Y de Tigreras, mostrando signos de extrema violencia.
El 7 de enero, se descubrió un cadáver en la entrada de la vereda Perico, el cual presentaba múltiples impactos de fusil y estaba vestido solo con botas pantaneras y sin camisa. Por último, el 10 de enero, un celador de finca fue asesinado de un disparo en el rostro mientras trabajaba solo.
Hasta la fecha, las autoridades no han reportado arrestos relacionados con estos homicidios. Esta serie de eventos violentos ha incrementado considerablemente la tensión en la capital de La Guajira.
