Por: Hernán Baquero Bracho
El próximo alcalde de Villanueva, será, sin lugar a dudas, Diego Baquero Altamar, así lo determinan las diferentes encuestas, los diferentes trabajos de medición barrio por barrio del municipio, realizados por sus líderes de campaña y ante todo, por voluntad de Dios y del fervor que genera este joven profesional de la ingeniería industrial, de 33 años de edad, en el pueblo villanuevero, en especial, en las clases populares y en la niñez, donde se ha convertido en ídolo de ellos, lo que genera una buena energía de estas almas buenas e inocentes de la comunidad de la tierra Cuna de Acordeones.
Diego Baquero, en el transcurso de su campaña política, se ha venido ganando el corazón de los villanueveros; en los barrios más populares, en los barrios tradicionales, en las veredas con los campesinos, donde se ha comprometido con los productores del campo, a jalonar recursos, a gestionar, para que las vías terciarias se pongan a tono con la modernidad, donde el presidente Gustavo Petro mantiene ese compromiso con el campesinado colombiano, con el comercio, que le tienen una confianza total, para apuntalarlos en sus propósitos de avanzar más con organizarlos de manera más coherente en sus objetivos. En las mujeres, Diego goza de credibilidad y de confianza en su programa de gobierno, ellas son parte fundamental de su programa y lo demuestran caminando en las puertas a puertas de forma masiva y con el corazón.
Diego Baquero Altamar es el de las bases del pueblo en estas elecciones; donde su padre, Ospicio Alberto Baquero Bracho, se distinguió siempre como un líder sindical, como obrero, laboró por más de 33 años en la empresa minera, logrando en el sindicato, con la empresa, el apoyo para los estudios universitarios para sus hijos y fue así cómo Diego logró estudiar y hacerse un buen profesional; de ahí el apoyo de los trabajadores de El Cerrejón para Diego Baquero. Su mamá, Amalfi Altamar Daza, educadora por más de 12 años del Caip (Centro de Atención Integral al Preescolar), viene de gente humilde, pero trabajadora. En resumen, Diego viene de puro pueblo, con principios y valores, con una hoja de vida limpia e intachable en el corto trasegar de su vida pública y privada.
Diego Baquero representa y encarna a la juventud Villanueva. Es el momento del relevo generacional, es el momento de los jóvenes; como haciendo apología a la marca Toyota, Diego representa a esa marca en su versión 24 válvulas, que no falla y por ello en las diferentes encuestas, la juventud ha sido contundente y lo expresan: “El mío es Diego”. Felizmente casado con la abogada Ella Marina Mendoza Zabaleta, especialista en la Universidad del Rosario, en contratación pública, la hija de Franco Mendoza y Estela Zabaleta Montero, educadora de las mejores en Villanueva. Diego y Ella representan la juventud, la preparación y el cambio que necesita Villanueva ya, para aplicarle reingeniería a este bello municipio del cono Sur de La Guajira
Diego Baquero cuenta con la mejor estructura política en esta campaña; el liderazgo de exalcaldes, quienes son unas hormiguitas arrieras en la entrega y tesón de la campaña; del exgobernador que se ha puesto el overol para darle la victoria a Diego Baquero Altamar. líderes y excandidatos a la alcaldía de Villanueva, los mejores, quienes se han puesto la camiseta para lograr la victoria el próximo 29 de octubre y se la han jugado toda con Diego, para lograr que sea el próximo alcalde de Villanueva; líderes reconocidos, quienes han apuntalado la campaña con pundonor, conocimiento y sentido de pertenencia; la Colombia Humana, con su apoyo y de las bases del movimiento, ha sido fundamentales para el alza y crecimiento de este proyecto político, que se ha consolidado con el pasar de los días.
Invitamos a todos los villanueveros a votar por Diego Baquero, un profesional que está preparado para dirigir los destinos de Villanueva y de esta manera frenar a los corruptos y que tratan de perpetuarse en el poder, gastando miles de millones de pesos, humillando a los villanueveros al precio que sea, con el fin de obtener el poder y manejar los recursos públicos a su antojo.