Definitivamente, Agroexpo se convirtió en la feria agroindustrial y comercial más importante del país. Este año, el sector ganadero fue el gran protagonista. De hecho, parecía una gran feria ganadera con todos los actores de la cadena de producción, transformación, comercialización y proveedores de servicios. Cuanta alegría produce ver resurgir un sector que ha sido golpeado durante tantos años por la inseguridad, los riesgos climáticos y sanitarios, la volatilidad de los precios de mercado y la falta de vías de acceso a sus centros de producción.
Pero las cosas están cambiando para bien. Desde Fedegan, con el liderazgo de su presidente, José Félix Lafaurie, se viene gestando un plan integral de fomento a la productividad y crecimiento sostenible del sector. Además, son los aliados estratégicos del gobierno, en la implementación de la Reforma Rural Integral. Si las otras organizaciones ganaderas, como Analac, Asoleche, Unaga, Asocebú y la recién creada, Aexgan, se integran a Fedegan, como están integrados los diferentes sectores industriales en la Andi, sin duda alguna, el gremio de los ganaderos se convertirá en el más importante del país.
Para ponerlos en contexto, el sector ganadero es una de las empresas más grande del país, con dos líneas de negocio. Una que vende más de 7 mil millones de litros de leche anuales, con ingresos superiores a los 12 billones de pesos, y otra que vende más de 800 mil toneladas de carne al año, con ingresos superiores a los 14 billones de pesos. Entre las dos líneas de negocios, se generan alrededor de 1.2 millones de empleos. En materia de exportación, el crecimiento en los últimos dos años ha sido exponencial. El año pasado se exportaron a Egipto, Arabia Saudita, Jordania, Líbano e Irak, 392.965 cabezas por un valor de 310 millones de dólares y 4.712 toneladas de productos lácteos a los mercados de EE.UU, Venezuela y Ecuador, por un valor de 21 millones de dólares.
Para elevar la producción y la productividad en el corto plazo, Fedegan, viene fomentando un modelo silvopastoril intensivo combinado con el modelo de agricultura regenerativa, una especie de integración de árboles y especies forrajeras con rotación de cultivos, utilizando biofertilizantes, sistemas de riego sencillos y mecanización en el ordeño. Con este programa, los ganaderos pueden fácilmente reducir a la mitad los costos de producción, incrementar tres veces el rendimiento de leche/hectárea/día y doblar la ganancia diaria en gramos de peso, con una TIR del 32%. Además, mejoran la biodiversidad de sus fincas y obtienen mayores ingresos en mercados internacionales por la certificación ambiental y la venta a futuro de los bonos de carbono. Es una gana-gana por donde lo miren.
Claramente, para desarrollar este maravilloso modelo productivo ganadero, el sector requiere de la banca unos 24,6 billones de pesos ($8,2 billones x año), a un plazo de 10 años, con un año de gracia para no estresar el flujo de caja del modelo productivo. Del Estado, se requiere una tasa de interés por debajo de la inflación, un respaldo de garantía del 80% y un Incentivo a la Capitalización Rural del 20% para las inversiones en riego y mecanización. Continuará.