Por José Joaquin Kin Vence
Para nadie es un secreto que, en Villanueva, en el Sur de La Guajira, hay un nombre que se viene consolidando día tras día, en la ruta para escoger al próximo alcalde de esa bella población. Hoy no hay un hogar, una esquina, una tertulia, una parranda, una casual charla entre vecinos, donde no se hable o se mencione el nombre de Diego Baquero Altamar.
Y es que, si alguien quedó bien posicionado en el partidor para las próximas elecciones a la alcaldía, fue precisamente este carismático y joven ingeniero industrial, exconcejal del municipio y quien, en su debut en la arena política, alcanzó una nada despreciable cifra de casi cinco mil votos, lo que lo ubicó como el segundo en la pasada contienda electoral para elegir alcalde en la Cuna de Acordeones.
Por increíble que parezca, el novel candidato Baquero Altamar consiguió todo eso en una campaña relámpago y arrancando con un nombre casi que desconocido en esas lides. Ahora, cuando se avecinan las elecciones regionales de octubre, todo parece indicar que esta vez sí será la oportunidad para Diego Baquero. Es asombroso el fervor que despierta este muchacho en todos los rincones de su pueblo natal, en el que, dicho sea de paso, ha vivido toda su vida y en el que tiene establecida su residencia de tiempo completo.
En esa vía del entusiasmo y el crecimiento que se le ve a ese proyecto, un líder de las características y cualidades de Javier Socarrás llega a aumentar exponencialmente las posibilidades de salir triunfante que, sin duda alguna, hoy tiene Baquero Altamar.
Es del conocimiento de todos que, Socarrás Amaya, El Amigo de Siempre, como lo llaman sus seguidores, es uno de los pocos dirigentes que ha mantenido (contra viento y marea) un grupo político que ha sabido mantener vigencia con el paso del tiempo y con la misma firmeza y con las mismas ganas de sus inicios, para ratifiicar, elección tras elección, que Javier puede gritar a todo pulmón, que efectivamente tiene una votación cautiva, votación que ha demostrado, no una, ni dos, sino decenas de veces y en distintas aspiraciones y campañas en las que se ha embarcado. Nadie que se ufane de conocer el tema político en Villanueva, va a negar que la unión Socarrás Amaya-Baquero Altamar, le pone un pie adentro del palacio municipal a ese proyecto político.
Si ya Diego Alberto se veía fortalecido, luego de esta gran noticia, de ese espaldarazo que recibe hoy, podríamos vaticinar que Villanueva contará para el cuatrienio 2024-2027 con uno de los alcaldes más jóvenes del país. Todo parece indicar que la juventud villanuevera y la dirigencia municipal, finalmente se están sacudiendo de esa feudal costumbre que han querido imponer algunos, de vivir por fuera y llegar en épocas de elecciones a dar órdenes e imponer candidatos, de creerse los eternos patrones que solo tienen que dictar y dar órdenes y el resto solo debe limitarse a obedecer. Bien por Villanueva, que está a punto, ahora sí, de elegir a un villanuevero de tiempo completo, joven, carismático y preparado para asumir sus riendas.