¿Qué cambiará el gobierno de Gustavo Petro?
Cambio, es el termino o la palabra que más utilizan en campañas políticas, como expectativas, para ganar electores, entre los que prueban, confiando en promesas que se proponen, pero muchos, después de elegidos, siguen, las mismas trillas y costumbres, que se creía sustituir y que supuestamente, esperaba cambiar, terminando en nuevas frustraciones y desencantos.
Cambiar puede ser difícil, pero nunca imposible de manera estructural. También puede ser fácil, si intentan, con voluntad, paciencia y conocimientos, previa focalización y planificación, articuladas y manejadas, por expertos en temas, que direccionen, proyectos y programas, viables y financiables, de ejecutar, en corto, mediano y largo plazo. En circunstancias difíciles, los optimistas ven oportunidades, mientras, los pesimistas ven fatalidad.
Los cambios, causan traumas para algunos, por limitaciones y perdidas, de gabelas, favoritismo y beneficios. Otros reciben el cambio, con esperanzas, para alivio y soluciones, de necesidades emergentes. Debe siempre guardarse, equilibrio y graduación, en: transición, transformaciones y modificaciones cambiantes, socializando e informando, cada cambio, que lleven a cabo o someterlo a consulta popular, para la aprobación democrática.
En Colombia, se necesitan muchas reformas, de normas obsoletas, que se encuentran descontextualizadas y requieren, actualización, como los Códigos: Civil, Comercio, Agrarios y Laboral, entre otros.
Con urgencia se debe reformar, la justicia, implementando la Colegiatura, que administren, autorregulen y discipline; la carrera de abogado, desde la academia, hasta ejercicio profesional. Establecer una jurisdicción especial, que conozca de: tutelas, acciones populares, cumplimientos y de grupo. Lo mismo, que Silencios administrativos. Por último, reformar los procedimientos de trámites, en general y nombrar, más operadores judiciales, para las descongestiones de procesos, en la dinámica ordinaria y especial, dotadas de los medios adecuados, para su eficiencia, en justicia pronta y cumplida.
Los regímenes: electoral, partidos políticos, tributario y pensional, son temas, que están enunciados, en las relaciones de cambio, en el programa del gobierno, del presidente, Gustavo Petro.
Los proyectos de cambios, deben presentarse, para aprobación del Congreso, en la primera legislatura, como punto de partida, para medir el pulso, en lo que se vaya plasmando, impulsando y materializando, cambios propuestos, comenzando, con la nueva ley tributaria, eliminando exenciones, buscando recursos económicos, originados de impuestos, directos, indirectos y tasas contributivas. Todo lo que actualmente esté exento, incluido servicios públicos domiciliarios y canasta familiar, se grave, con una tarifa, del 0.5% al 1%, graduando las demás tarifas, hasta un 15%, sin devolución del tributo, manteniendo, las deducciones, de los pagos de tributos territoriales, en declaraciones de rentas, cuyo impuesto nacional, no debe exceder de un 25% para personas naturales y un 20% personas jurídicas y sociedades.
Las altas tarifas de impuestos, motiva las evasiones, defraudaciones y el contrabando; sobre todo, en naciones, donde predomina la corrupción, como la nuestra. Los recaudos de impuestos, bien utilizados, generan progresos y desarrollo económico, diferente cuando se los apropian, despifaran, en reparto de mermeladas.
La prioridad uno para el gobierno, es mitigar el hambre y facilitar oportunidades de trabajo. Esto se logra, con producciones agrícolas, transformaciones industriales y comercialización; subsidiando: preparación de la tierra, semilla, nutrientes o abonos, herbicida o insecticida, asistencias técnicas y demás; apoyos programáticos, que se necesiten y requieran, en los proyectos globales de cultivos, en el territorio nacional. El turismo, es otro cultivo productivo.
El presidente Gustavo Petro, va equipar el cambio, con una primera línea de experiencia, en manejos administrativos y de gobierno, sobre lo relacionados, con ministerios y direcciones estratégicos, nombrando algunas personas, que, en segunda vuelta, se unieron al Pacto Histórico, apoyando, la candidatura del hoy presidente.
Muchos de los integran el Pacto Histórico, están escamoso y celosos, con síntomas de enojos e inconformidad marginal, por no estar ubicados también, en primera línea, sobre todo, en las distribuciones de empalme, en cada uno de los ministerios, entidades e instituciones nacional. ¿Algunos susurran, preguntándose, si el cambio, conlleva, esperar y continuar gobernando, con los mismos? Hay que tener paciencia y ver, como queda el gabinete y cuantos, del Pacto Histórico, ingresan en calidad de Ministros.
No se escaparán del cambio, así lo anuncia, el presidente Gustavo Petro, la Policía, EPS-salud, Procuraduría, Coljuegos, Educación, Minerío-energetico, Licencias Ambientales y otras más, en estudios de evaluación.