Tres bellas canciones vallenatas metidas en el corazón de todos
-Con el paso del tiempo lograron imponerse con la fuerza del más grande sentimiento y la viva realidad de sus historias-
Son tres lindas canciones y sus respectivas historias que con el paso del tiempo calaron en el gusto popular hasta perpetuarse y ser abanderadas del folclor vallenato. Se trata de un merengue y dos paseos cuyos autores son Camilo Namén Rapalino, Sergio Moya Molina y Fernando Dangond Castro.
Cada canción tiene un recorrido diferente de momentos y años, pero con la virtud de tener impregnadas una inmensa carga de nostalgias que al fin y al cabo son la inyección para darle vida a los recuerdos, esa vida que en esta ocasión se canta con el corazón.
En el concurso de la Canción Vallenata Inédita del Festival de la Leyenda Vallenata del año 1971, el compositor nacido en Chimichagua, Cesar, Camilo Namén Rapalino, presentó el merengue ‘Mi gran amigo’ y no pasó a la segunda ronda, siendo ganador el paseo ‘Lamento arhuaco’ del compositor Santander Durán Escalona.
El mismo año, a Camilo Namén esa obra dedicada a su papá Felipe Namén Fraija, quien murió el lunes 19 de enero de 1970, se la grabaron los Hermanos López con el canto de Jorge Oñate y comenzó a pegarse en el gusto de todos por su contundente mensaje lleno de melancolía.
“Tan bueno y tan noble como era mi padre, y la muerte infame me lo arrebató, esos son los dolores y las penas tan grandes, que a sufrir en la vida le pone a uno Dios”.
Al año siguiente el compositor Camilo Namén, ganó el Festival de la Leyenda Vallenata con la canción ‘Recordando mi niñez’, precisamente una vivencia en su pueblo donde plasmó aquel bello verso: “Bonita es la vida cuando uno está niño, y cuando uno está niño quiere crecer ligero”. Además, recordó aquella foto que su mamá, la vieja Concha, (Concepción Rapalino Blanco) le había mandado a tomar cuando estaba niño y ahora al mirarla con el paso de los años ya no se parecía.
Sobre la canción ‘Mi gran amigo’, Camilo Namén, conceptuó. “Sabía que ese merengue estaba lleno de todos los sentimientos por mi padre quien murió estando yo lejos, y que mejor homenaje que hacerle una canción. La canción no ganó en el Festival Vallenato, así son los concursos y lo entendí, pero vea que en la voz de Jorge Oñate y el acordeón de Miguel López, se convirtió en un himno de la tristeza y el dolor. Todavía me llaman de todas partes para llorar conmigo al escuchar la canción”.
Camilo volvió a llorar como aquella vez lleno de tristeza cuando en Chimichagua hizo su inolvidable canto al viejo ‘Pepo’, ese que fue un luchador de la vida y como dice su propio hijo, vendía lapidas hasta en el desierto.
‘El tiempo’ se impuso con el tiempo
El compositor Sergio Moya Molina, en el año 1998 había ganado el Concurso de la Canción Vallenata Inédita con el paseo ‘Recuerdos de viejos tiempos’, pero en el 2007 quiso ir por su segunda corona, llegando a la semifinal con el paseo ‘El tiempo’. En esa ocasión ganó el compositor Santander Durán Escalona con el paseo ‘Entre cantores’.
‘El tiempo’ se tomó su tiempo hasta que el cantante Silvestre Dangond a pesar de que es una historia adulta, la hizo suya, grabándola e imponiéndola en el año 2014.
“El tiempo, se ha convertido en mi peor enemigo, porque me está quitando las cosas queridas, se lleva la juventud de mis años floridos y al fin se va llevando hasta mi propia vida”.
“Esa canción está pegada a mi alma porque narra todo lo que me ha venido pasando con el trascurrir de mi vida. Hace 15 años participé con esa canción en el Festival Vallenato y no pasó nada, decisión del jurado que siempre he respetado, pero al que le van a dar le guardan dice el dicho, y apareció Silvestre Dangond enamorándose de la canción. La grabó y vea el resultado”, manifestó el maestro Sergio Moya Molina.
La canción que ganó 19 años después
Como una historia sacado de las entrañas de Macondo sucedió con la canción ‘Nació mi poesía’, cuyo autor es el compositor Fernando Dangond Castro, cuando participó en el Festival de la Leyenda Vallenata del año 1981, siendo declarado desierto el primer puesto. La canción pasó a ocupar el segundo lugar.
Ante este hecho, 19 años después mediante la resolución 054 del jueves 24 de febrero de 2000 y firmada por Consuelo Araujonoguera, Presidenta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata fue declarada ganadora.
En aquella ocasión entre los considerandos se señalaron. – Que en el año 1981 participó en el Concurso de la Canción Vallenata Inédita uno de los paseos vallenatos más hermosos que se han compuesto en la historia de nuestra música titulado, ‘Nació mi poesía’.
-Que esta canción, por la sola fuerza de sus méritos literarios y musicales pasó holgadamente las competencias preliminares y llegó a la fase final como una de las favoritas entre los más exigentes conocedores de la música vallenata.
-Que el paseo ‘Nació mi poesía’, demostró desde esa fecha, la impecable calidad que lo distingue y que le ha permitido entrar por derecho propio a la antología de las grandes composiciones vallenatas.
“Nació mi poesía, como las madrugadas de mi pueblo, ardientes puras y majestuosas, mis versos viajeros y libres como el viento cual astro fugaz del firmamento en la noche hermosa. Porque el folclor de mi Valledupar, donde el amor nace en mil corazones, se enterneció en el alma del Cesar, con la alegría de mil acordeones”…
Sobre este hecho musical el compositor Fernando Dangond Castro, expresó. “El tiempo se encargó de darle el puesto a mi canción. Acepté el fallo del jurado, pero me emocioné y me enternecí cuando la grabó Jorge Oñate. Era como volver a vivir aquellos momentos en que compuse la canción. El agradecimiento con Consuelo Araújo es eterno”.
No podía decir más porque el canto llamaba a escucharlo nuevamente y más en la voz de Jorge Oñate, ‘La Leyenda’. “Te invito al festival de mi tierra, y sientas las notas de un acordeón y entiendas que inmensa es el alma del que canta, de aquel trovador que en serenata revela su amor”.