Una Francia para Colombia
“Será el siglo de las mujeres”
De ahí que se necesitan más mujeres en espacios de poder que garanticen una representación igualitaria;
mujeres que utilicen su poder para escuchar, hacer alianzas y que construyan democracia.
Y ante estos retos indicó que, aunque no será fácil, están llamadas a trabajar para derrotar la desconfianza…
Fuerza y coraje para seguir en la política porque sus países las necesitan”
Michelle Bachelet
Me entero a mis 10:10 p.m. y a punto de ser vencida por los efectos del – Jet Lag – y la 1:10 p.m. Colombiana, por medio de la historia de la cuenta Instagram de mi amiga Martha Peralta, que Francia Márquez es oficialmente la fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, me emociona verla imponente levantando las manos porque veo también a mi abuela que pudo votar por primera vez a los más de 40 años, a Jineth Bedoya sobreviviente de violencia sexual, a Rosa Elvira Celis empalada y torturada como nunca un ser humano lo merece, veo a las tejedoras de mi amada Guajira, a las niñas esperanzadas, a las ecofeministas sintiendo que el ambiente se torna de mejor ambiente, veo a las poderosas afros de todo el mundo y a cada resiliente mujer que naturalmente nace con el ADN de valentía y fuerza.
Una Francia para Colombia, somos todas no es ella como ella, sino como NOSOTRAS un nosotras que le hace falta al mundo; dado que la política siempre estará incompleta sin las mujeres, no queremos nada regalado lo hemos luchado y construido, por ello me estremece comenzar a ver el resultado de los movimientos feministas, las causas que muchos creyeron perdidas y que esas cuantas perseverantes y tercas féminas nunca se resignaron ni se resignaran a la opción de rendirse.
Hoy escribo esta columna sin intención de sumar a una contienda política o porque sea amiga de Francia y la subjetividad me lleva a hacerlo, la escribo desde la sororidad política genuina, de eso que es fundamental en el camino de la transformación social, si violentan a una nos violentan a todas, si una avanza también avanzamos todas, si una celebra pues celebramos todas, es que es momento de vivirnos así, diferentemente iguales, sororamente inquebrantables y mágicamente poderosas.
Francia hoy somos todas y en ese sentido hoy todas hacemos ganador a un pacto histórico, a los Gustavos Petros que siguen en la deconstrucción del machismo, muchos rajados pero aún en la tarea por trascender al machismo, pues sabemos que este se camufla fácilmente en retoricas romantizadas de inclusión pero se queda corto en la acción; sin embargo, no es ocasión para lamentarse sino para celebrar que una mujer representante del pueblo, de las culturas, etnias y la defensa de la madre tierra como acto poderoso de un ejercicio feminista sensato y no oportunista, una mujer que hace respirar berraquera y temple esté ahí iluminando el camino para todas.
Tu eres Francia, Yo soy Francia y Colombia necesita miles de Francias que sientan el dolor pero no se instalen en la revictimización, que se agarren de la resiliencia y la creatividad y ni la más áspera desolación las haga claudicar, quien avance con la verdad sin miedo a ser atacada, quien enaltezca la esencia pluricultural y biodiversa de nuestra patria, que merece dejar de ser la – patria boba – para despertar a nuevas realidades.
No es esta una columna para invitar a votar por nadie, respeto las libertades y decisiones, es una columna de profunda sororidad y feminismo, es la invitación a que de una vez por todas seamos visibles y autónomas en los cargos de poder y en el poder; sueño que las mujeres lleguen a grandes cargos a ser una servil del patriarcado sino una generadora de cambios.
Colombia, hay que elegir bien y sea cual sea el resultado en las elecciones, lo importante es que este proceso ha demostrado que las mujeres estamos listas y que esto no lo detiene nadie, tendremos más congresistas, de repente un equipo ministerial paritario y sin duda un auge de mujeres en las Consejerías Presidenciales y en direcciones, es el momento de aprovechar estos sucesos y plantar nuestra huella colectiva feminista.
P.D: Confieso que mi alegría sería completa si fueran solo candidatas presenciales y que los hombres estuvieran de fórmulas vicepresidenciales, eso significaría un contundente cambio en las tradiciones políticas.