Petro visita el Vaticano
Su santidad el Papa Francisco tiene la doble condición de jerarca de la Iglesia católica y jefe del Estado del Vaticano. Cuando actúa como pastor de la Iglesia cumple una misión evangelizadora, y cuando lo hace como gobernante del Vaticano, sus actos tienen una relación política como los de cualquier Presidente. El Papa se reúne con jefes de Estado, líderes mundiales o personalidades destacadas, por ello no puede censurarse que haya recibido el pasado 2 de febrero al candidato Gustavo Petro. Su santidad puede recibir a quien quiera, yo respeto profundamente su autoridad como para criticarlo por eso, como no critico a Petro por su condición de ateo confeso, que al final, es su derecho al libre desarrollo de su personalidad.
Pero desde mi percepción analítica, la visita de Petro tuvo un tinte político pues se trató nada menos que de la reunión en audiencia privada de quien aspira a ser presidente de un Estado (candidato en campaña), y el jefe de otro Estado soberano, en momentos en que el candidato punteaba las encuestas en intención de voto. Sin embargo, no creo que esa visita signifique un espaldarazo del Papa a Petro para ayudarlo a ser Presidente.
Se sabe que hablaron del medio ambiente, cambio climático, polarización política del país, y la reconciliación de los colombianos. Petro dio a conocer al Papa su programa de gobierno en caso de ser Presidente y le regalo una hamaca, libros y música colombianos. No hay fotos oficiales del encuentro ya que el Vaticano solo las autoriza cuando son visitas de Estado, circuló una supuesta foto en redes sociales que resulto un montaje y dio lugar a toda clase de memes.
Aparte de los anteriores temas seguramente trataron sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado Colombiano, el papel e influencia de la Iglesia en nuestra sociedad, y la participación activa del episcopado colombiano en la construcción de la paz. Conociendo el talante social del Papa y su preocupación por los más débiles, presumo que conversaron acerca de “la doctrina social de la Iglesia” sustentada en la familia, el respeto por la vida, la oposición al aborto y la eutanasia, desde la perspectiva teológica de la Iglesia católica; el orden político y económico global, los efectos de la pandemia del covid, la desigualdad entre ricos y pobres, el hambre en el mundo, son temas que ocupan la agenda del santo Padre y que él insiste y enfatiza en sus escritos y homilías.
También infiero que el Papa le habrá dicho a Petro lo importante que es respetar el modelo democrático establecido de la Constitución, y aquí es donde creo que el Papa juega como actor político con su liderazgo, poder político y autoridad moral que tiene, como lo hiciera Juan Pablo II con Lech Walesa y el sindicato Solidaridad de la antigua Polonia socialista.
El Papa sabe que la estabilidad democrática de Colombia depende en gran medida de estos temas, y por supuesto no es indiferente a la suerte que pueda correr el país si gira a la izquierda del espectro político, lo que supondría cambios en lo político, económico y social. El Papa conoce la situación de Venezuela y teme por el destino de Colombia, y es consciente de la necesidad de mantener cohesionada la sociedad alrededor de sus creencias y valores espirituales, para preservar el orden, la paz y la convivencia sociales de un pueblo mayoritariamente católico.
No es que el Papa apoye a Petro, la cuestión pasa más bien por el interés de su Santidad en conocer si se va a respetar la democracia, la estabilidad política e institucional del país, ya que se puede ser de izquierda pero gobernar en democracia, con lo cual para el Papa es de mucho interés y preocupación la estabilidad política como garantía de la Paz de Colombia.