La iniciativa se basa en cuatro líneas de trabajo: educar, conservar, restaurar y no deforestar.
Colombia cuenta a partir de hoy con Respira, un plan que generará apropiación de la biodiversidad, educación ambiental y conciencia para recuperar y conservar los recursos naturales.
Este plan del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible aspira también a propiciar una restauración de los ecosistemas a corto y mediano plazo, que permita revertir la tendencia de deforestación y la pérdida de biodiversidad con una meta al año 2030.
Respira surge en el marco de la estrategia mundial 1 Trillion Trees, que busca plantar un billón de árboles al año 2030 para proteger, restaurar y no deforestar, y así frenar los efectos adversos del cambio climático.
“Con Respira estamos sembrando pulmones para que los colombianos respiren mejor. Y lo hemos estado haciendo a través de la iniciativa con la que buscamos llegar a 180 millones de árboles sembrados a 2022. Los desafíos que hoy enfrenta la humanidad nos conciernen a todos, tanto a los funcionarios del Gobierno como a los ciudadanos de a pie. Y tendremos mejores resultados enfrentando esos retos si generamos, como lo estamos haciendo, oportunidades para todos a través del crecimiento y la sostenibilidad, la protección y restauración de los ecosistemas que permitirán, además, mitigar el cambio climático y alcanzar la carbono neutralidad”, afirmó Carlos Eduardo Correa, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Sus 4 pilares
Respira se basa en cuatro líneas de trabajo: educar, conservar, restaurar y no deforestar. El ministro Correa manifestó que es necesario combinarlas para garantizar bosques productivos y sostenibles, y ponerlas en función de estrategias innovadoras de conservación, en las que participen activamente las comunidades, el Gobierno Nacional, las autoridades locales y el sector privado.
Las campañas de educación y concientización que desarrollará Respira aportarán al conocimiento y a la consolidación de actitudes de los ciudadanos en torno a la conservación de las especies y la restauración ecológica, utilizando diferentes medios pedagógicos. Esto se llevará a cabo a través de la Escuela Nacional de Formación Ambiental Savia, la Política Nacional de Educación Ambiental, la configuración de la Red Nacional de Jóvenes de Ambiente (RNJA) y el fortalecimiento de los planes y programas que propenden por la conservación y el uso sostenible de los bosques.
¡Más de 300 mil hectáreas!
Otro aporte fundamental de Respira es que a través de los procesos de restauración ecológica de paisajes degradados se crearán sistemas alimentarios sostenibles que protegerán la biodiversidad. Así, restaurará 301.900 hectáreas de ecosistemas degradados con objeto de transformación a 2022, y avanzará en su meta de restaurar 942.615 hectáreas al año 2030, con aproximadamente 500 millones de árboles plantados.
Gestionará también la mitigación de la deforestación a través de la gobernanza forestal y programas como los Pagos por Servicios Ambientales, en áreas de conservación del recurso hídrico y reservas forestales.
Se incluirán los núcleos de deforestación identificados con estrategias que frenarán la ilegalidad que impulsa este delito; para esto, se ejecutarán acciones con miras a reducir el flagelo en unas 100.000 hectáreas cada año hasta el 2025, y alcanzar la cero deforestación al 2030.
Aporte a las áreas protegidas
“A través de esta estrategia se formarán ciudadanos con conciencia hacia la protección de los recursos naturales, con la conservación se aportará al 30 % de las áreas protegidas, con la plantación de 500 millones de árboles se restaurarán 942.615 hectáreas por medio de sistemas sostenibles. En la medida en que se alcancen estas metas de manera articulada, Colombia será un país que respirará mejor. Al revertir la deforestación y conservar la biodiversidad, garantizaremos ecosistemas saludables, productivos y resilientes para el beneficio de las generaciones venideras”, expresó Adriana Santa, directora de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Minambiente.
La estrategia se llevará a cabo en zonas identificadas a partir de nueve criterios: localización, cambio climático, rareza, representatividad, tasa de transformación, probabilidad de transformación, Plan Nacional de Restauración, huella espacial humana y disponibilidad de material vegetal.