Mientras en otros siniestros viales presentados en diferentes regiones del país, los espectadores se dedican a saquear todo lo que pueden, en el caso de los habitantes del corregimiento de Cuestesita, auxiliaron al conductor herido y ayudaron a recoger la mercancía.
Cuestecita es un corregimiento adscrito al municipio de Albania, al sur del departamento de La Guajira, es habitado por gente humilde, donde la mayor fuente de trabajo es vender almojábanas, queques y chicarrones en la vía y ayer miércoles dieron un ejemplo a la nación. En múltiples videos e imagénes que han circulado ampliamente a través de las redes sociales, se observan a hombres jóvenes, adultos y mujeres, que formaron una cadena humana para auxiliar al conductor y su ayudante, que habían quedado atrapados en la cabina del carro cuando se produjo el accidente.
Lo que más llamó la atención del hecho es que quienes acudieron al lugar del accidente pasado el susto, hicieron varios viajes cargando las cajas de caldo de gallina que eran transportadas en el furgón pero no para llevarlas a sus casas o esconderlas en la maleza, sino que las amontonaron a un costado del camión, mientras que un funcionario del tránsito y otras autoridades hacían lo pertinente. La Policía Nacional no tuvo que intervenir porque sin que nadie lo dijera, todos entendieron que era momento de demostrar la calidad humana de quienes viven en condiciones de vulnerabilidad pero que tienen sólidos principios para hacer lo correcto y sentir empatía por el prójimo en dificultad.
«Lo primero es que el cuestecitero por naturaleza es solidario, no es cierto que sean altaneros y prepotentes, ustedes han visto que son humanistas y colaboradores. En este conducta tiene mucho que ver el trabajo social de la administración y los profesores en las aulas, al igual que las charlas que nosotros como bomberos hacemos constantemente con los jóvenes y niños a los que enseñamos a ayudar en caso de emergencia, pero allí mismo fortalecemos valores como la honestidad y el humanismo, los resultados los hemos podido observar hoy”, dijo el comandante del Cuerpo de Bomberos de Albania Carlos Caballero.
Los vendedores ambulantes apostados en la curva no solo dieron ejemplo de honestidad a Colombia, sino también que gracias a su oportuna reacción, cuando vieron que un camión bajaba la loma de Cuestecita sin control, huyeron a toda prisa, hecho que evitó una tragedia de gran magnitud cuando el furgón cargado de cajas de caldo de gallina se quedó sin frenos y descendió a toda velocidad hasta estrellarse con un muro de contención que fue construido en el sitio donde empieza la curva de la calle.
Al parecer el conductor hizo una arriesgada maniobra para evitar embestir una camioneta Nissan que iba subiendo y aunque evitó la colisión no pudo recobrar el dominio del volante lo que lo hizo voltear aparatosamente para terminar impactando de manera directa el muro de concreto.
Afortunadamente solo dos personas resultaron con heridas de consideración: el conductor del camión de nombre Yovanis Quintero Novoa, natural de Valledupar, de 37 años de edad, quien resultó con las mayores lesiones. La otra persona herida es Luis Alberto Uriana de la etnia wayuu, nativo de la vereda Chivo Mono, un asentamiento Wayuu cercano al corregimiento Cuestecita.
El camión había cargado mercancías varias entre ellas cajas de caldo de gallina y mecatos de diferentes marcas y otros artículos para distribuirlos en tiendas de la ciudad de Maicao, sitio al que se dirigía el camión tipo furgón.