Por primera vez
Con 36 participantes de la etnia wayúu, representantes de cada uno de los nueve corregimientos que integran la Zona Norte Extrema de la Alta Guajira, se llevó a cabo el primer «Encuentro de Participación de Niñas, Niños y Adolescentes» convocado por Bienestar Familiar como ente rector del Sistema Nacional de Bienestar Familiar. El evento tuvo lugar en el Centro de Desarrollo Infantil del corregimiento de Nazareth, bajo un enfoque étnico, territorial y cultural.

Este hecho marca un precedente: ninguna otra entidad había reunido anteriormente a representantes de la infancia y la adolescencia de todos los corregimientos de esta zona –Taroa, Puerto Estrella, Nazareth, Punta Espada, Castillete, Puerto López, Siapana, Wualetpá y Tawaira– para escucharlos directamente y promover su participación.

Durante el encuentro, las niñas, niños y adolescentes tuvieron la oportunidad de expresar, a través de dinámicas lúdicas y pedagógicas, cómo perciben la participación en sus territorios, sus sueños a cinco años y las expectativas que tienen sobre sus entornos educativos y comunitarios.
«Me siento muy feliz de estar acá compartiendo con mis demás compañeros de otros corregimientos. Este encuentro ha sido muy bonito y mi primera experiencia; espero seguir disfrutándolo», expresó una de las participantes, representante de Punta Espada.
Entre las demandas más recurrentes se destacaron la creación de espacios deportivos adecuados, acceso a salas de informática o equipos de tecnología, parques infantiles, suministro permanente de energía eléctrica y agua potable estable.

«Agua, porque nos dicen que el agua está bien y en este momento la planta funciona; pero, de repente se daña y lo que dura funcionando son máximo dos o tres semanas», manifestó un representante de Puerto Estrella. Estas necesidades reflejan retos estructurales en servicios básicos, infraestructura comunitaria y oportunidades de desarrollo para las nuevas generaciones en la región.

La presencia del Sistema Nacional de Bienestar Familiar en este primer encuentro de participación no solo permitió visibilizar las voces de la niñez y la adolescencia wayúu, sino que también abrió la posibilidad de articular con entes territoriales y autoridades indígenas los insumos recopilados, con el fin de generar acciones orientadas a garantizar los derechos de infancia y adolescencia, respetando su identidad cultural y su territorialidad.
Como parte de las actividades, los participantes elaboraron con imágenes un periódico mural que evidenció de manera simbólica y educativa el deseo de construir un mejor futuro desde sus territorios.






